domingo, 22 de mayo de 2016

Okaro White, un diamante en bruto.


En MVP de la liga regular de la Basket league Skrats ha sido Okaro White, ala-pívot del Aris de Salónica. En 26 partidos ha anotado una media de 13,5 puntos (351 en total) y ha cogido 7 rebotes (182 en total). Su promedio en valoración ha sido de 18,23 (valoración total: 474). En cuanto a porcentajes, ha logrado un 62,30% en tiros de dos, un 38,89% en tiros de tres y un 77,76% en tiros libres. Hay que decir que sus prestaciones en los play offs están siendo mejores (más de 8 rebotes y de 14 puntos por partido).

A sus 24 años, el americano está jugando el mejor baloncesto de su vida. Teniendo en cuenta que sólo lleva un par de temporadas en profesionales, es de suponer que su progresión no se va a detener en los amarillos. Cada vez que un jugador hace una gran temporada en Salónica, se va. Casos como los de Dunston o Vezenkov son los más cercanos, pero podríamos remontarnos a Massey o algún otro. ¡Qué jodidamente bueno era Massey en el Aris!

¿Cómo es y cómo juega Okaro White?

Okaro es un pívot en cuerpo de alero. Es atlético, versátil y muy ágil. Tiene los brazos muy largos y su timing de salto le permite poner muchos tapones en defensa. Bueno en las ayudas a sus compañeros e intuitivo a la hora de coger rebotes. Se velocidad le permite terminar machacando contraataques. White aporta en las dos zonas. Conoce el juego y es un gran finalizador. Bloquea y continúa hacia el aro. En eso recuerda a Dunston y a Hines. Quizás es por eso que suene tanto para el Olympiacós. No hay nadie que le ponga buenos bloqueos frontales a Spanoulis. En el Aris se ha puesto las botas porque todos han jugado para él, con Waters, Xanthopoulos y Mcneil nutriendo. Bueno atrás y bueno delante, pero ¿por qué Okaro no es todavía un jugador completo?

El de Brooklyn es demasiado bajo ( le dan 2,06, pero no lo parece) para jugar por dentro, pero sobre todo, es un peso pluma. Sus 100 kilos no le dan para pelear contra pívots pesados. Sufre defensivamente en el poste bajo. Hines mide 1,98 pero pesa 111 kilos.

Okaro tiene problemas en ataque si se pone a botar. Lo suyo es culminar las jugadas, no crearlas. Apenas tiene juego de espaldas. Prefiere atacar a los defensores de frente y aprovechar su velocidad. Su falta de kilos no le permite otra cosa. Debería trabajar este aspecto porque verlo botar es un suplicio.

Tiene un aceptable tiro de tres aunque su mayor virtud, como he dicho, es el bloqueo y continuación. Sabe colocarse.

Okaro es un jugador con muchas virtudes, pero también con algunos defectos. En el Aris, con gente apoyándole y jugadores que lo buscan, perfecto, pero ¿en un grande?


Él buscará salir, sobre todo si es un equipo de Euroliga el que pone el dinero, pero el Aris hará lo posible para retenerlo por lo menos una temporada más. No quisiera ver de nuevo al MVP de la liga griega ser tratado como un rookie.


jueves, 12 de mayo de 2016

El polvorín verde.


Ya hablé de los problemas de los colosos griegos hace un par de semanas, pero estos últimos días ha estallado el polvorín verde. Con el Panathinaikós me quedé corto.

Tras haber sido barrido por el Laboral Kutxa en los cruces de la Euroliga, los acontecimientos en la casa verde se precipitaron. La misma noche del tercer partido, Sasha Djordjevic fue cesado. La lamentable imagen que dio el equipo unido a la necesidad de encontrar un revulsivo, hicieron que Dimitris Gianakópoulos optase por el cambio de entrenador.

Llegó Argyris Pedoulakis, al que se le criticó en su anterior época por ser demasiado blando, que lo primero que hizo fue dar de baja a Kuzmic y Pavlovic, dos de los pretorianos de Djordjevic. Nikos Pappás, que había sido marginado por el serbio, volvió a las convocatorias, así como Charalampópoulos, que no había disfrutado de muchos minutos.

El PAO se mete en las semifinales de la liga sin hacer nada del otro mundo. En el primer partido de las mismas, derrota con apuros al Aris por 85-79. En el segundo, 74-60 y todo apunta a que la serie no regresará a Atenas.


Sin embargo, el Aris muestra su mejor cara en el tercer choque y se impone al PAO por 77-68. Los de Pedoulakis tendrán que mejorar mucho si quieren ganar el cuarto. Lo más grave del asunto es que el Aris gana con bajas muy sensibles. La plantilla está completamente coja. La gran diferencia entre unos y otros es que los locales son un grupo unido y los visitantes no.

La mañana del lunes estalla la bomba informativa. La página basketplus.gr cuelga fotos de tres jugadores del PAO saliendo de fiesta por Salónica. Haynes, Gist y Feldeine se fueron por ahí después de la derrota y fueron cazados. La misma página asegura que el sábado por la noche, la víspera del tercer partido, también fueron vistos en una fiesta de Dj’s, aunque no hay fotos. ¿Se hubieran atrevido con Djordjevic?

Tal como están las cosas en el PAO, saltarse las normas de orden interno de esa manera merece un castigo ejemplar. ¿O tal vez no?


Pedoulakis monta en cólera y deja a los tres “profesionales” fuera del entreno del martes. Calathes no jugó el tercer partido y es duda. ¿Se atreverá a no convocar a los noctámbulos y a dejar la plantilla completamente coja?

La decisión no es fácil. Argyris se debate entre imponer su autoridad y el riesgo a perder el cuarto partido.

El Aris gana el cuarto partido en el Alexandrio y fuerza el quinto, algo que no pasaba desde hacía 11 años. Los de Dimitris Priftis, muy fuertes en casa todo el año, ya habían roto la racha de 23 derrotas seguidas contra el PAO dos días antes. En un mal partido, los locales se imponen por un triste 56-50 al conjunto de Pedoulakis. En el tercer cuarto, el Aris da la vuelta a la contienda gracias a un parcial de 19-5. La valoración del PAO al terminar el partido es de 39 (Calathes suma 1/11 en el tiro). Los atenienses jugaron con 9. El Aris, que sigue sin Xanthopoulos ni Jaggins, iguala la eliminatoria gracias a White y Mcneil.

Pedoulakis ha demostrado firmeza en su decisión a costa de perder un partido que podría haber ganado. ¿Qué pasará si al Aris se le ocurre ganar en el OAKA?

No sé si el trío Gist-Feldeine-Haynes seguirá castigado, pero haría bien Argyris en dejarlos jugar. Con un partido y un multazo creo que es suficiente.

Dimitris Diamantidis no se merece este final. Si este año está siendo complicado para el PAO, no quiero pensar qué puede pasar el año que viene sin el capitán.



El Panathinaikós ganará el quinto partido por lo civil o por lo criminal, no me cabe duda. La cuestión es que si tal como está será capaz de plantar cara a un firme Olympiacós.    

martes, 10 de mayo de 2016

El Peristeri de Alphonso Ford.


Alphonso Ford se graduó en la Universidad Estatal de Missisipi Valley, donde jugó con los Delta Devils cuatro fantásticas temporadas. En sus dos primeros años fue el máximo anotador del campeonato con una media de 29,9 y de 32,7 puntos respectivamente. El tercer año se fue hasta los 27,5 y el cuarto hasta los 26. Una auténtica barbaridad. En su periplo universitario, Ford había superado los 25 puntos por partido todos los años.

Sin embargo, sus actuaciones no le valieron para ser elegido en la primera ronda de un Draft que acabó siendo bastante flojo. Los Philadelphia 76ers lo escogieron en el número 32. Apenas disputaría 11 partidos en la NBA, defendiendo la camiseta de los 76ers y de los Seatle Supersonics, que alternó con encuentros en la CBA.

En vista del éxito, Ford decidió hacer las maletas y marcharse a jugar a Europa. El AGB Huesca de la ACB se hizo con sus servicios en la campaña 1995-1996. Algunas de sus grandes actuaciones se recuerdan todavía en Huesca. Ford le endosó 41 puntos al Joventut, 38 al Orense, 36 al TAU de Vitoria y 32 al Estudiantes. Aunque en líneas generales el equipo hizo una campaña discreta, logró salvar la categoría tras derrotar al Festina Andorra por 3-1.

Los problemas económicos que atravesaba la entidad aragonesa le obligaron a vender la plaza y Ford se marchó a un equipo muy humilde de Atenas, el Papagou.

Cuando Kostas Missas trajó a Alphonso al Papagou no las tenía todas consigo. Aunque desde el principio cuajó grandes partidos, muchos decían que no era jugador de equipo grande.

Dicen que verlo entrenar era un auténtico espectáculo. En pretemporada, cuando Ford se ponía a levantar los 150 kilos en la barra, el entrenamiento se detenía y los compañeros empezaban a contar las veces que podía levantar aquello.


En su primer año en Grecia formó una pareja letal con Georgios Diamantópoulos, el jugador franquicia de la entidad, alcanzando una muy meritoria séptima plaza en la liga, que condujo al equipo a la Copa KoracFord se coronó como máximo encestador del campeonato con una media de 24,6 puntos por partido.  Era bajito, chaparro, como deforme, pero pegaba unos saltos espectaculares. Destacaban sus anchos hombros y su velocidad. Sólo estuvo un año en el Papagou, pero dejó una profundísima huella allí. A su fallecimiento le retiraron la camiseta y le hicieron un homenaje póstumo.

En unas pruebas rutinarias realizadas durante el verano de 1997 le fue detectada leucemia. El Papagou decidió rescindirle el contrato porque debía estar una año parado. Ford intentó jugar en Turquía, pero el tratamiento contra la enfermedad le obligó a parar. El jugón se perdía la temporada 97-98 completa. Cómo volvería, en caso de poder volver, era toda una incógnita. Entonces no se filtró el motivo por el cual Alphonso rescindía el contrato con el Papagou.


El Sporting, otro equipo humilde del centro de Atenas, se hizo con sus servicios la temporada 1998-1999. Ford parecía recuperado y, aunque el equipo no pasó de la undécima plaza, de nuevo se coronó máximo anotador de la liga con una media de 22,7 puntos.

Por lo tanto, Alfonso Ford ya había hecho dos grandes años en Grecia antes de firmar por el Peristeri. ¿Podía el americano jugar en un equipo con aspiraciones?

El equipo de Argyris Pedoulakis, una institución en la casa, había acabado la temporada 98-99 en una discreta octava posición. Se requería trabajar bien en los despachos durante el verano.


Llegaron Erick Meek, máximo reboteador de la liga la temporada anterior con el Marousi y que ficharía un año después por el Real MadridKostas Tsartsarís, joven pívot procedente del Near East, el base español José Lasa, ex del Madrid y del AEK de Atenas, el alero zurdo Michalis Pelekanos, el joven Manolis Papamakarios y nuestro Santi Abad, ala pívot muy recordado en Barcelona y Vitoria. Pedoulakis optaba por jóvenes valores nacionales y dos americanos contrastados, además del dúo español Lasa-Abad.  

El Peristeri realizó una excelente campaña, terminando en quinta posición con 20 victorias y 14 derrotas. El PAOK de Bazarevich y Mulaumerovic se cruzó en el camino amarillo y lo eliminó en los play off (2-1). Alphonso repitió como máximo anotador del torneo con 22,7 puntos de media. En la Copa Korac, el Adecco Estudiantes eliminó a los atenienses en la segunda ronda. Con todo, económicamente hablando fue un año difícil, con impagos a jugadores y demás.

Gracias a la aportación económica de Andreas Korasidis, el Peristeri se inscribió en la Euroliga 2000-2001 aquel año raro del cisma. En ella también estaban el PAOK, el AEK y el Olympiacós. El Panathinaikós y el Iraklís optaron por jugar la Suproliga.


Por segundo año consecutivo, el club acertó con los refuerzos. El base Byron Dinkins llevaba desde 1995 en Grecia, donde había vestido las camisetas del Panionios, del Panathinaikós y del Iraklís. Una garantía que había justificado el sueldo año tras año. Para sustituir a la pareja Meek-Abad, llegaron el danés Michael Andersen, pívot de 2,13 que había jugado en el AEK, y Aleksey Savrasenko, eterno pívot ruso de 2,18 que llegó jovencísimo al Olympiacós y jugaba como cedido. Otros jugadores menos conocidos completaban el roster, como el portugués Fabio RibeiroAlexis Papadakos, medalla de oro en el Mundial Júnior de Atenas de 1995, se unía a la causa en el puesto de base.

La temporada 2000-01 fue la mejor de Alphonso Ford y del Peristeri de Pedoulakis.


En la Euroliga el equipo debutó en Madrid ganando por todo lo alto al Estudiantes de Pepu HernándezCarlos Jiménez y Alfonso Reyes (86-91). Ford metió 35 puntos con 7 de 11 en tiros de dos y 5 de 7 en triples. Tsartsarís anotó 16 puntos y Dinkins 13.

En la segunda jornada derrotó con grandes problemas al Lugano suizo, días después de haber ganado al PAOK en la liga. Quizás el mérito más grande de aquella temporada fue la de aguantar con opciones hasta el final en las dos competiciones.

El Zalgiris derrotó al Peristeri en la tercera jornada en Atenas (74-92), pero los de Pedoulakis se rehicieron la semana siguiente ganando al Zadar fuera de casa (79-92).

De nuevo con Ford -23 puntos- y Dinkins -19 puntos- dominantes, el Peristeri sorprendió a la Fortitudo de Fucka y Meneghin –aquel día no jugaron ni Myers ni Vrankovic-.

En la segunda vuelta, el Peristeri logró una nueva victoria contra el Estu y contra el Lugano, y otra nueva derrota contra el Zalgiris (92-73).

La primera plaza del grupo se la jugaron el Peristeri y la Fortitudo en Bologna. Los italianos ganaron 71-69 con 14 puntos de Basile y otros 14 de Fucka –Ford metió 24 y Dinkins 21-. Las dos derrotas contra el Zalgiris pesaron como una losa en la clasificación.


El Peristeri acabó segundo de grupo por detrás del PAF de Bologna con 7 victorias y 3 derrotas. Quedó por delante del Zalgiris y del Estudiantes. Pero el cruce contra el TAU, tercero del grupo B, resultó fatídico. Los de Dusko Ivanovic se impusieron en Atenas por 79-81 con una gran actuación de Strombergas y de Fabricio ObertoFord anotó 41 puntos y cogió 9 rebotes en el primer partido, pero un triple del llituano a falta de 4 segundos decidió el choque. El TAU definió la eliminatoria en Vitoria y no dio opción (81-68). Un sobresaliente para los de Pedoulakis a pesar de la derrota. Aquel año el equipo vitoriano echó a tres de los cuatro equipos griegos, siempre con desventaja de campo (PeristeriOlympiacós y AEK).

El excelente rendimiento del equipo no era casual. En la liga, el torneo de la regularidad, el Peristeri alcanzó la segunda plaza. Igualó a victorias al PAO (22-4), pero los verdes lograron el primer puesto por la diferencia de puntos (83-74 en el OAKA y 66-61 en la pista del Peristeri).


En semis el Peristeri se enfrentó al Olympiacós de Ilías Zouros. En el primer partido, Ford anotó 43 puntos y superó a Rivers (29), pero se lió parda cuando un empleado del club saltó a la cancha y fue directamente a por Milan Tomic. Los rojiblancos acabaron imponiéndose por 83-85 en medio de un gran follón. Pedoulakis cargó contra los árbitros de mala manera pero no hubo nada que hacer. Los de Zouros se imponían también en el SEF por 73-65 y dejaban al Peristeri fuera de la final.

Lamentablemente, los de Argyris Pedoulakis fallaron también en la liga el día clave, como contra el TAU. A la gran temporada amarilla le faltó algún triunfo de campanillas al final. Quedan los dos triunfos contra el Estudiantes y la victoria en casa contra el PAF de Bologna (83-70).

Alphonso Ford se proclamó máximo anotador de la liga con 23,7 puntos de media y de la Euroliga con 26. Además, ganó el premio MVP de la competición doméstica.

La tercera plaza supo a poco, pero con los años podemos hablar de temporada histórica.

Pedoulakis ganó el premio a entrenador del año que luego repetiría en 2003. Ford fichó por el Olympiacós, con el que volvería a proclamarse máximo anotador de la liga y de la Euroliga. El Peristeri volvería a la Euroliga, pero sin Alphonso no haría un buen torneo a pesar de ganar en el Palau Blaugrana por 73-77.


El americano fue el máximo anotador de la liga griega las cuatro veces que la jugó, una con el Papagou, una con el Sporting, dos con el Peristeri y una con el Olympiacós. Ganó el MVP en la temporada 2000-2001 y fue el máximo encestador de la Euroliga en los cursos 2000-2001 y 2001-2002. Con el equipo marinero ganó la Copa de Grecia, pero no la liga. En el cuarto partido de la serie contra el AEKSubotic dejó a Ford fuera del equipo en una decisión que todavía hoy nadie se explica. Los de Sakota remontaron la eliminatoria en uno de los finales ligueros más increibles de la historia. Vídeo de Ford el día que metió 34 puntos en Málaga.

Ford todavía jugaría dos grandes años en Italia antes de dejar el baloncesto definitivamente. La enfermedad avanzaba inexorablemente. Bonito video de homenaje. 

La Euroliga decidió homenajearle tras su muerte, a los 33 años –en 2004-, concediendo el premio Alfonso Ford al máximo anotador de la misma.


Para saber cómo jugaba Ford, lo mejor es ver alguno de sus vídeos. Las imágenes hablan por sí mismas y los comentarios de los periodistas ilustran perfectamente las sensaciones que transmitía al espectador. Era rapídisimo, tenía una suspensión privilegiada y una mano que era “pura seda” (Ramón Trecet dixit). Incluso nos quedaríamos corto si sólo dijéramos que Alphonso era una máquina anotadora, porque además daba asistencias y entendía el juego como pocos. Intuía donde iban a ir esos balones sin dueño y se anticipaba en defensa porque sabía perfectamente que la bola acabaría ahí. Un portento físico capaz de jugar también cerca del aro de espaldas. Un atleta. Pensar por lo que tuvo que pasar, tratarse, parar, reengancharse, etcétera, emociona. ¿Dónde hubiera llegado Alphonso Ford de no haber sido por la enfermedad?