jueves, 22 de noviembre de 2012

La liga de Giannakis.



Los largos brazos de Fasoulas y la suspensión de Galis.

A dos días del derby por excelencia de la ciudad, rememoro en el blog el play off final de la temporada 1990-1991, posiblemente el mejor y el más recordado de toda la historia de la liga griega.

La temporada 1990-1991 era la primera del Aris sin Ioannidis. Aunque se mantenía prácticamente la misma plantilla, el equipo había dado muestras de flaqueza a lo largo de la temporada. El Aris no había llegado a la Final Four después de tres años consiguiéndolo, en la liga había tropezado dos veces y en la copa había caído a la primeras de cambio. Una entidad acostumbrada a llegar lejos en todas las competiciones, no se podía permitir aquello y por eso se decidió cambiar de entrenador. El Aris consiguió pasar de 100 en 17 partidos ligueros, pero cayó en la pista del Panionios (89-84) y en la del AEK (92-90), en poco más de un mes.

Kyritsis llegó en medio de un ambiente enrarecido. El fracaso en Europa había hecho saltar todas las alarmas y la prensa empezó a hablar de problemas internos en la plantilla. En Europa hubo dos puntos de inflexión: la derrota en Inglaterra por un punto frente al Kingston cuando el equipo iba camino de la clasificación y el partido contra el Barça en el Alexandrio. Fue el más accidentado que se recuerda, con parón de 30 minutos en medio, lanzamientos de sillas, monedas, etcétera. El Barça apuntilló al Aris en Salónica (93-110) y los locales debieron hacer frente a multas considerables. El final europeo más triste de una generación que, a pesar de no haber ganado el título, quedó en la memoria de todos.

Aquel caos reflejaba bastante bien la situación que vivía el club. De todos es sabido que las relaciones entre Galis y Giannakis no eran del todo buenas fuera de la pista. El "sargento de hierro" había conseguido que ambas estrellas fueran compatibles, pero el nuevo entrenador no gozaba ni de la personalidad ni del prestigio del primero. Durante el verano, los choques entre el entrenador y la directiva habían acabado con la marcha de Ioannidis al Olympiacós.

El Aris empezaba a tener serios problemas económicos y los clubes de Atenas no dudaron en tantear a sus estrellas. Tras 6 años de absoluto dominio amarillo, varios equipos amenazaban su hegemonía. Con todo, a aquel play off de 1991 volvían a llegar los dos mejores equipos de Grecia, que seguían siendo el PAOK y el Aris.


Prelevic vs Galis

Los derbies de Salónica en los 80 eran la repera. El país entero se paralizaba las tardes de los jueves para ver al Aris jugar en Europa y para ver los play off entre los amarillos y los negros. El ambiente que se vivía en el Alexandrio era irrepetible aunque en algunas ocasiones los partidos terminaban a palo limpio. Sin embargo, Galis comenta que no tenía nada que ver aquello con lo de ahora. La de entonces era una violencia más “verbal” que física. Con el tiempo todo se desmadró hasta llegar al punto donde nos encontramos, en el que prohíben viajar a los aficionados contrarios.

El Aris dominó el baloncesto griego de la mano de la pareja Galis-Giannakis, que llevó a la selección griega a laconsecución del Eurobasket del 87. Apabullaba a sus rivales logrando campeonatos sin derrota alguna y superando los 100 puntos de media. Galis ganó 11 veces el premio de máximo anotador de la liga. Eran tiempos en los que los equipos de Salónica se podían permitir del lujo de fichar americanos y extranjeros de calidad. Los equipos de Atenas no podían competir con aquel Aris, culpable de que el baloncesto “superase” al fútbol. El Panathinaikós había sido el claro dominador de la liga antes de la llegada de Galis,que marcó un antes y un después en la historia del baloncestogriego.


Fasoulas defendiendo-placando con las manos.

El PAOK de los 80 creció a la sombra del Aris. Los vecinos no querían ser menos y acabaron construyendo un gran equipo. La competitividad que había entonces hacía mejores a los dos equipos. Tampoco el Iraklís era moco de pavo entonces e incluso hubo campeonatos en los que 4 equipos representaban a la ciudad en la primera categoría.

El PAOK venía avisando. Tanto en la temporada 87-88 como en la 88-89 se había plantado en la final, cayendo derrotado por 3-0 y por 3-1 respectivamente. En la temporada anterior -la 89-90- no había habido play off y la liga se había resuelto con una liguilla final entre los 4 primeros. El PAOK había liderado la fase regular pero volvió a caer frente al Aris. La experiencia de los amarillos se impuso, pero el PAOK seguía creciendo.

Parecía que el PAOK no fuese a ganar nunca a pesar de contar con hombres de la calidad de Bane Prelevic, John Korfas o Panagiotis Fasoulas en sus filas. Estos jugadores tuvieron la mala suerte de coincidir en el tiempo con el mejor equipo de la historia hasta entonces.

Como entrenador del Aris empezó la temporada Lazaros Lesic, que fue sustituido por Michalis Kyritsis debido a los tropiezos europeos y coperos. El roster del Aris en la temporada 90-91 era el siguiente: Nikos Galis, Panagiotis Giannakis, Vasilis Lipiridis, Slobodan Subotic, Michail Misunov, Michalis Romanidis, Vangelis Vourtzoumis, Nikos Filipou, Manthos Katsoulis, Giorgos Doxakis, Dinos Angelidis, Brad Sellers, Kostas Baltatzkis, Goran Sobin.

Las principales novedades de la temporada eran Goran Sobin, ex pívot de la Jugoplástica de Split -luego Pop84- que no acabó de explotar nunca y Brad Sellers, jugador estrella con trayectoria importante en los Chicago Bulls del 86 al 89. El americano llegaba en lugar de Stojan Vrankovic, que se fue a los Boston Celtics. El equipo perdía en intimidación y rebote, pero ganaba en capacidad ofensiva.


John Korfas a una mano. Como siempre.

Kostas Politis había empezado la temporada como entrenador del PAOK. Fue sustituido por Sakis Laios y éste, a su vez, por Dragan Sakota. Es decir, en la mejor temporada de toda su historia, el PAOK cambió dos veces de entrenador. En Grecia ya por entonces se tenía poca paciencia con los entrenadores. El roster del PAOK era: John Korfas, Branislav Prelevic, Kenneth Barlow, Nikos Stavropoulos, Nikos Boudouris, Giorgos Makarás, Panagiotis Fasoulas, Memos Ioannou, Pit Papachronis, Achileas Mamatziolas, Giorgos Valavanidis, Lazaros Tsakiris, Nikos Katsikis, Tom Katsikis, Irving Thomas.

Barlow había sido el fichaje estrella de la temporada. Campeón de Europa con el Maccabi y subcampeón en dos ocasiones, llegaba en sustitución de Anthony Cook, que se fue a Denver. Eran jugadores de similares características aunque Barlow tenía muchísima más experiencia que el primero. Serviría de complemento a Fasoulas, que era como el "Vrankovic del PAOK".


Prelevic vs Giannakis.

Al respecto, los equipos “se contrarrestaban”. Korfas era a Prelevic lo que Giannakis a Galis y viceversa. El Aris había fichado a Vrankovic para “contrarrestar” a Fasoulas, aunque sólo pudo retenerlo una temporada. El impacto del fichaje de Sellers se contrarrestó con el de Barlow, etcétera, etcétera. Un equipo necesitaba del otro para sobrevivir y para crecer.

El play off del 91.

El formato antiguo hacía que los partidos entre posibles rivales de play off durante la liga cobrasen una importancia notable, ya que contaban a posteriori. Era una manera de hacer mucho más atractiva la fase regular, aunque supusiera un golpe duro para el equipo derrotado, que podía plantarse en la final con 2-0 en contra. Posteriormente se adaptaría el formato clásico que hoy conocemos, donde no se tienen en cuenta los resultados ante rivales directos durante la fase regular.

El factor cancha en los enfrentamientos PAOK-Aris de los 80 nunca fue decisivo porque ambos jugaban en la misma pista, el mítico Alexandrio Melathro, donde se metían 7000 personas a pesar de que el aforo máximo era de 5000. A las dos aficiones las separaba una cuerda y unos cuantos policías. Dentro del pabellón se respiraba un ambiente único en el que se gritaba, se fumaba -todavía hoy se fuma- y se lanzaban frappés de un lado a otro de la cuerda. Sudaban más los aficionados que los jugadores porque se pasaban el partido cantando y saltando. Desde una hora antes del partido los aficionados ya estaban en sus puestos animando a más no poder. Se quitaban las camisetas y las agitaban salpicando de sudor a los amigos.

El play off del 91 era el primero que se disputaba al mejor de 7. Sin duda, si algo hacía que aquellos partidos fueran extraordinarios era el hecho de que ambas entidades jugasen de local en el mismo pabellón. Estamos hablando de 7 finales en campo “neutral”.


A pesar de que el Aris seguía siendo el campeón, no eran pocos los que daban como favorito al PAOK porque llegaba en el mejor momento de la temporada y de toda su historia. Tras la consecución del título de la Recopa de Europa en Ginebra el 26 de marzo, el PAOK recibió un inesperado correctivo en la final de la Copa frente al Panionios de los hermanos Christodoulou el 10 de abril. Era la tercera final de Copa perdida de forma consecutiva; las dos primeras contra el Aris. Sin embargo, el PAOK reaccionó en la liga y llegó otra vez a la final.

Es más, a pesar de “empezar” el play off con 2-0 en contra porque el Aris había ganado los dos enfrentamientos de la fase regular (85-89 y 73-72), el equipo empató la serie. El PAOK parecía haberse quitado de encima la maldición de las prórrogas perdidas en el cuarto partido de la serie, que ganó por 74-65. Por primera vez en mucho tiempo el PAOK se mostraba superior al Aris y conseguía igualar el choque en unos play off finales.

El primer derby llegó pronto, en la segunda jornada, y acabó con victoria del Aris por 85-89 tras una prórroga. En Youtube está el partido casi entero. El primer vídeo empieza con el marcador 11-9.



Prórroga.





El segundo partido empieza a partir del minuto 3 y 40 segundos de este vídeo. Está casi entero.


Una rápida mirada a los números de la final es suficiente para comprender lo que fue aquello.

6 de octubre de 1990
PAOK-Aris
85-89 (prórroga)
1-0 (fase regular)
12 de enero de 1991
Aris-PAOK
73-72
2-0 (fase regular)
27 de abril de 1991
PAOK-Aris
84-79
2-1 (play off)
2 de mayo de 1991
PAOK-Aris
74-65 (prórroga)
2-2 (play off)
4 de mayo de 1991
Aris-PAOK
86-85
3-2 (play off)
8 de mayo de 1991
Aris-PAOK
81-80
4-2 (play off)

Tres victorias del Aris por un punto, dos partidos decididos en la prórroga y una diferencia máxima de 9 puntos. 

Después de haber empatado la serie con dos victorias consecutivas, el PAOK tiene también el quinto en el bolsillo. A falta de 14 segundos el PAOK gana 85-81 tras tiro libre anotado por Korfas. No quedan tiempos muertos y el Aris saca de fondo. Panagiotis Giannakis agarra el balón y arranca a correr como alma que lleva el diablo. Supera con enorme facilidad el marcaje de Korfas y penetra aprovechando el pasillo que le deja Fasoulas. No entiendo como ni siquiera se pone delante con sus 2,13 a estorbar un poco -sin hacer falta-. Quedan 9 segundos, suficientes para que el PAOK cometa la torpeza de su vida. Barlow, que tampoco intentó taponar a Giannakis, saca de fondo lanzando el balón hacia Fassoulas, que está casi en el medio del campo y de espaldas. Angelidis roba, la pasa a Galis, que bien marcado por Korfas, abre desde el aire a Giannakis que anota desde 7 metros en suspensión. Cinco puntos en menos de diez segundos que dan la vuelta al choque (86-85) y vuelven a colocar al Aris como máximo favorito. El PAOK jugó como nunca pero perdió como siempre. La maldición de los finales apretados reapareció de nuevo.


Quinto partido casi completo.


Giannakis parecía haber apuntillado al aspirante, sin embargo, el PAOK se rehízo y volvía a tener a tiro el sexto partido. Iba ganando por 78-71 y Papachronis disponía de un 1+1 a menos de 2 minutos para el final. Falló el pívot y en el siguiente ataque un triple in extremis de Giannakis (30 puntos) recorta a 78-74. Korfas anota dos tiros libres y vuelve a dejar la diferencia en +6 para el PAOK (80-74). A partir de ahí, dos tiros libres de Giannakis (32) dentro, un error de Fassoulas en el 1+1 -menuda piedra, macho-, un rebote ofensivo con canasta de Lipiridis deja la diferencia en +2 para el PAOK. Fasoulas la lía en el saque de fondo y pierde la bola con 11 segundos por jugar. Giannakis -que hace pasos por cierto- penetra y asiste a Sellers, que logra un 2+1. La falta, para mí dudosa, da la oportunidad al americano de cerrar la remontada. Papachronis consigue lanzar forzado en el otro aro pero no anota. El Aris vuelve a llevarse el título por séptima temporada consecutiva. Giannakis ha sido el hombre clave de la serie porque Galis no ha tocado la bola en los últimos ataques. Los errores infantiles del PAOK han vuelto a condenar al equipo de Sakota, que posiblemente jugó mejor que el Aris.

Si queréis saborearlo mejor, aquí está el sexto partido entero.







Lo que vino a continuación tampoco tiene desperdicio. Galis y Prelevic se enzarzaron a puñetazo limpio en medio de una caótica invasión de campo al tiempo que caían sillas y la policía intentaba intervenir. Prelevic acaba con la camiseta rota abrazado por Giannakis, que trata de poner paz mientras Fasoulas recibe golpes de un aficionado. La frustración y la rabia de la derrota contra la prepotencia y la chulería de la victoria. A Prelevic no le gustaron ciertos gestos de Galis y reaccionó de mala manera.


Sería la última liga de un equipo entrañable que se desharía la temporada siguiente, tras ganar la Copa del 92. El PAOK aprovecharía el bajón amarillo para conquistar la liga 91-92 frente al Olympiacós de la mano de Dusan Ivkovic. Se hizo justicia con un equipo que merecía una liga, aunque por el camino volvería a repetir errores infantiles como el de Fasoulas en la Recopa del 92. La marcha de sus estrellas a los grandes equipos de Atenas haría que la fuerza de los equipos de Salónica se diluyera como un azucarillo.

Los dos finales de partido juntos.



¿Lucha grecorromana o boxeo?

Baloncesto de otra época en la que el músculo no lo era todo -sólo hay que ver a Fasoulas o a Sellers-, donde el jugador no estaba obligado a afeitarse por contrato -véanse los sobacos de Galis o Giannakis- y donde no había ni tatuajes ni cintas en la cabeza. Una época en la que se veían jugadores "distintos" los unos de los otros. Había pocos hombres versátiles -salvo en Yugoslavia- y en cambio muchos especialistas. Tiradores poco ortodoxos -Subotic, Korfas- se mezclaban con finos estilistas -Barlow- y los pívots raras veces salían de la zona. ¡Y pobre del que se atreviese a tirar de tres! ¡Qué tiempos aquellos!