viernes, 14 de septiembre de 2012

Éxodo y cambios de cromos en la liga griega.


Stratos Perperoglou se ha pasado al enemigo.


Si la crisis ya viene golpeando fuerte al deporte griego desde hace dos o tres temporadas, la que se avecina no puede ser menos. Los retrasos en los pagos, las reducciones drásticas de presupuesto, la marcha de jugadores, las grandísimas deudas con hacienda, la falta de infraestructuras, los problemas con el deporte de base, etcétera, hacen que el objetivo de este año para muchos equipos sea el de la pura y llana supervivencia. Si exceptuamos a dos o tres equipos, todos los demás se encuentran prácticamente en la quiebra. Ante tal panorama, las autoridades han puesto duras sanciones a los clubes, no en el sentido económico -no hay un euro- sino en el estrictamente deportivo. También se han producido este tipo de medidas en el fútbol. En ambos deportes se ha llegado incluso a prohibir el fichaje de jugadores extranjeros o a obligar a jugar con deportistas menores de 23 años. Los descensos por deudas también han sido una constante estos últimos años.

En la temporada anterior ya se produjo la marcha de figuras a otras ligas, aunque los dos grandes del baloncesto griego mantuvieron el tipo, llegando hasta la Final Four de Estambul y ganándola -el Olympiakos-. A pesar de la reducción notable del badget, los hermanos Angelopoulos, con Ivkovic a la cabeza, sorprendieron a propios y extraños ganando al Barça y al CSKA, que tenía un presupuesto brutal.

Georgios Bartzokas.

Sin embargo, ni siquiera los éxitos conseguidos sirvieron para retener a Dusan Ivkovic, más preocupado en intentar enderezar el rumbo de la selección serbia que otra cosa. Por otro lado, el Panathinaikos cumplió con un suficiente ya que no pudo vencer al Olympiakos en liga. La Copa como mal menor fue el único trofeo de los de Obradovic.

¿El resto? Solamente el Panionios, el Coloso de Rodas y el Kavala cumplieron con las expectativas. Los equipos de Salónica, hundidos en la miseria, no pudieron hacer frente a la enorme cantidad de problemas deportivos y extradeportivos que les condenaron. Plantillas a las que se les han llegado a deber 4 o 5 mensualidades, sin dinero para mantener los gastos mínimos del pabellón, ventas a mitad de temporada o fugas de americanos hartos de la situación han sido algunos de los problemas que han tenido que afrontar principalmente los clubes. El que más ha sufrido la crisis ha sido el Maroussi, descendido y en quiebra. Veremos si el club es capaz de regenerarse desde abajo como lo está intentando el AEK que, sin embargo, ha fracasado en su intento de volver a la primera categoría. 

Finalmente la liga constará de 14 equipos, en la cual, desde la temporada 92-93 se alternan solamente dos en el poder -a excepción de la 01-02-. De ser probablemente la segunda o la tercera liga más importante de Europa ha pasado a la quinta o la sexta, por detrás de la española, la italiana, la rusa o la turca.

¡Sálvese quien pueda!

Más que un éxodo podríamos calificar la situación como un hundimiento en toda regla del que escapan aquellos que tienen cartel. Si hace unos años era difícil ver a jugadores griegos en ligas extranjeras, ahora el número de “exiliados” es notable.


Los primeros “grandes” en marchar fueron Papaloukas y Zisis, encantados con el proyecto Messina y con sus privilegiados contratos. Tras su paso por el CSKA, el primero acabó en el Maccabi, después de una temporada extraña con el Olympiakos y el segundo ha estado jugando en Siena después de abandonar Rusia. El Madrid se llevó primero a Fotsis y luego a los sobrevaloradísimos Pelékanos y Papadopoulos, que fracasaron estrepitosamente a parte de costar una fortuns. En Bilbao se juntará Zisis con Vassileiadis, otro que se la jugó aventurándose y al que le ha ido bien. De la segunda generación de “huidos” destacan Sofoklis Scorchanitis, Lukas Mavrokefalidis o Dimitris Mavroeidis. A estos jugadores nacionales que se han ido marchando habría que sumar algunas estrellas internacionales que llevaban años cosechando éxitos en Grecia. Papamakarios, un jugador de nivel medio en la liga, acabó en San Sebastián, mientras que Lambropoulos sorprendentemente regresa a España -a la ACB- tras su primera aventura LEB de hace unos años.

Este verano todo se ha precipitado tras el fracaso en el torneo preolímpico de Venezuela. Grecia perdió en el cruce ante Nigeria y quedó fuera de las Olimpiadas de Londres. Miembros de la federación no dudaron en cargar las tintas por lo que consideraban una tomadura de pelo. Acusaron a los jugadores de falta de profesionalidad por estar más pendientes de cerrar sus nuevos contratos. Tampoco dudaron en cargar contra el entrenador, Ilías Zouros, por considerar que sus decisiones técnicas no habían sido las correctas. No debemos olvidar tampoco la renuncia de muchos jugadores a vestir la camiseta nacional, algunos desde hace ya un tiempo: Scorchanitis, Papaloukas, Mavrokefalidis o Diamantidis son los casos más flagrantes.

Batiste y Sato "se han hecho turcos".

Con este mar de fondo y ante el anuncio de los hermanos Angelopoulos y de los Giannakopoulos de que la esta temporada habría más recortes, los jugadores empezaron a negociar con otros equipos. 

Con todo, hay que reconocer que el Olympiakos ha jugado bien sus cartas, renovando a los jóvenes griegos primero y manteniendo a los extranjeros después.

Sin embargo, la marcha de Zelko Obradovic en el Panathinaikos va a suponer un antes y un después en la entidad de Atenas. Está claro que había jugadores comprometidos con la causa verde por Zelko. Posiblemente si él hubiese seguido, ellos también incluso cobrando menos. Pero no hubo acuerdo o simplemente el serbio se cansó. Así que los Giannakopoulos se quedaron compuestos y sin novia.

Detallemos la plantilla verde.

Temporada 2011-2012.

Obradovic/Itoudis: al final ni el uno ni el otro. Se rumoreó que Itoudis podía coger al equipo pero al final se marchó también. La plantilla estaba formada por Tsartsaris, Batiste, Diamantidis, Perperoglou, Jasikevicious, Nick Calathes, Sato, Maric, Kaimakoglou, Vougioukas, Logan, Smith, Kirytsis y Pat Calathes.

Jugadores que han emigrado este verano:

Batiste, tras 9 temporadas, al Fenerbache, al igual que Romain Sato. Perperoglou, tras 5 temporadas, al Olympiakos. Gol por toda la escuadra de los Angelopoulos. Jasikevicious al Barça. Nick Cakathes y Alex Maric al Lokomotiv Kouban ruso. Kaimakoglou y Vougioukas al UNICS Kazan ruso. Pat Calathes al Maccabi Haifa. Kirytsis, Logan y Smith no seguirán tampoco. Recordemos que Fotsis y Nicholas se habían marchado la temporada anterior al Armani Jeans, y Pekovic a los Wolves.

Eso sí, la marcha de algunos jugadores que tenían una ficha considerable, ha permitido fichar razonablemente bien.

Temporada 2012-2013.

Andy Panko y Hilton Amstrong, fichajes de altura para el PAO.

Como equipo técnico el equipo opta por el dúo Pedoulakis/Manolopoulos, ambos hombres que conocen la casa, comprometidos y con sueldos modestos. La plantilla, todavía sin cerrar, la forman Tsartsaris, Diamantidis, Ukic, Xanthopoulos, Kitchen, Bramos, Macioulis, Panko, Giannopoulos, Scorchanitis, Skordilis y Amstrong. Está por ver si Pedoulakis opta por quedarse a Kommatos.

O lo que es lo mismo, tres pesos pesados como Sofo, Amstrong y Panko, más hombres de intendencia. La plantilla no está cerrada todavía y se están buscando americanos que completen la rotación. 

El Olympiakos, como hemos dicho, mantiene el bloque del año pasado pese a los recortes. Lo que funciona, mejor no tocarlo.

En este caso, los jugadores que emigran son, salvo Keselj, al Valencia, hombres que apenas tuvieron protagonismo. La ficha de Vasilopoulos, que llevaba dos temporadas prácticamente en blanco, era desmesurada, por ejemplo. Libera badget. Lazaros Papadopoulos parece que vuelve al PAOK y Glyniadakis se va al Astana de Kazakhstan, nada menos. Pelekanos estuvo negociando con el Aris, pero al parecer no hubo acuerdo. Curiosamente, el Olympiakos ¡no ha cambiado de extranjeros durante el verano!, manteniendo a Law, Dorsey, Antic y Hines.  

  
Argiris Pedoulakis tratará de hacer olvidar a Zelko Obradovic.

Temporada 2012-2013.


Se opta por el producto nacional en el banco con Bartzokas/Marmarinos. Tras una brillante temporada en el Panionios, el griego recibe su premio. La oportunidad para demostrar que es un gran entrenador. Sólo dos fichajes, que completan una gran plantilla: Perperoglou y Mavroeidis.  

Digamos que el Olympiakos se adelantó una temporada al Panathinaikos. Recordemos que en la temporada anterior se habían marchado Papaloukas, Bouroussis, Halperin, Teodosic, Mavrokefalidis, Nielsen, Nesterovic y Gordon.  

Panagiotis Giannakis reaparece en Francia con el Limoges

De la estampida no se salvan tampoco los entrenadores, claro. Primero fue Katsikaris, que abandonó el Aris, después Zouros que marchó al Zalguiris y ahora al Efes turco, Giannakis ha reaparecido en el Limoges francés, Sferopoulos al CSKA de segundo hace unas temporadas asqueado de la situación, etcétera. 

Este año los equipos optan por entrenadores nacionales o ex jugadores que incluso llegaron a entrenar a los primeros equipos años atrás. Frangiás, Pedoulakis, Bartzokas, Markopoulos, Alexandris… Estrellas griegas de los 70 y los 80.

Los cambios de cromos.

Giorgos Bogris, Vladimir Jankovic y Nikos Pappas. Juventud al poder en el Panionios.

El resto de equipos dedica el verano a intercambiar cromos. Plantillas prácticamente nuevas que intentan encontrar gangas en el mercado o jugadores muy baratos. Las leyes del deporte no ayudan a poder confeccionar equipos fuertes, porque prohíben la compra de extranjeros en caso de tener muchas deudas. No es extraño que muchos equipos hayan empezado la pretemporada con 7 u 8 jugadores. Deberán tirar de cantera o esperar descartes de otras ligas. Los americanos “de quita y pon” tampoco suelen durar más de una o dos temporadas, cuando no se marchan a mitad de año en busca de clubes económicamente solventes.

Este constante intercambio de cromos y la escasead de equipos en la primera división hace que muchos jugadores se vayan de un club y vuelvan al cabo de una o dos temporadas. Sin duda, el tercer equipo este año volverá a ser el Panionios, que para jugar en la Euro Cup se ha reforzado notablemente: Pappas (PAOK), Bogris (Aris), Motsenigos (AEGEAN), Athinaiou (vuelve tras cesión), Payne (Unicaja), Booker (Ostende), Melbourne (Limoges), Gibbs (Universidad de Pitsburg), Boateng (Peristeri)…

El joven Kaselakis ha optado por el PAOK.

Está por ver si el Coloso de Rodas es capaz de mantener el nivel del año pasado con los refuerzos de Saldaris (Aris) o Kalambokis (Alba Berlín), aunque lo veo difícil. Recordemos que el Coloso renunció a jugar en Europa ante la imposibilidad de reunir los avales necesarios. Además, su pabellón no cumple los requisitos mínimos.

El Palevsiniakos y el Apolon Patras son los equipos nuevos de la categoría, que pelearán por no bajar junto al Ilisiakós, al Íkaros y al KAOD. El Aris, el PAOK, el Peristeri, el Kavala y el Peristeri deberían pugnar por la cuarta plaza, aunque al ser equipos muy de estado de ánimo, nunca se sabe. En este sentido, los casos más paradigmáticos son los del PAOK y el Aris, que si empiezan bien la temporada y consiguen enganchar a la afición, pueden incluso ganar a los grandes en casa.

Kostas Xaralapidis, paradigma de cromo: Maroussi, Panelinios, Brindisi, Aris, KAOD, PAOK... en 4 años.

Por lo tanto, un panorama nada alentador en una liga marcada por el exilio de grandes jugadores a Rusia y a Turquía. Lamentablemente, lo que este año ya se está empezando a dar en nuestra ACB. No me extrañaría que el año que viene empezasen a emigrar en masa jugadores nacionales de nivel medio a estos países. ¿Los continuadores de Ferrán Martínez, José Lasa, Ignacio de Miguel y Juanan Morales, pero en lugar de Grecia, Turquía? 

¿Solución? Buen scouting y trabajo de cantera. No hay otra.