martes, 28 de junio de 2011

El barco se hunde (2): El fin de los caciques y las salidas de tono de Bourousis.


Thanassis y Paulos Giannakopoulos.

Theodoros y Panagiotis Angelópoulos.

La que se nos viene encima. Las dinastías abandonan el barco y no hay dinero. ¡Huyamos!

El Panathinaikós, campeón de la Euroliga y de la Liga de Grecia, está en venta. Los hermanos Giannakópoulos, ya mayores y algo cansados, se han marchado a los Estados Unidos en busca de compradores. 

¿Por qué hemos llegado a esta situación? La crisis económica griega ha llegado al baloncesto, como no podía ser de otra manera. La empresa de productos farmacéuticos de los Giannakópoulos se ha visto también afectada. El volumen de negocio y de ingresos se ha reducido hasta llegar sólo al 30% de lo que se producía. Consecuentemente, la situación es insostenible. Las fichas de los jugadores son estratosféricas. Habrá que vender antes de que sea demasiado tarde, aunque la mayoría de los jugadores tienen todavía contrato. Incluso Obradovic, un hombre comedido en sus declaraciones, ha mostrado su preocupación. Lo que molesta es la falta de información. Al parecer, nadie se ha puesto en contacto ni con los jugadores ni con el entrenador. Pintan bastos. Los propietarios buscan en América porque quieren que el PAO sea gestionado más o menos como una franquicia de la NBA. 

Debido a los grandísimos problemas de muchos equipos en ligas domésticas, se está comentando otra vez la posibilidad de crear una Liga Europea cerrada tipo NBA. El eterno debate. Sería el fin de las competiciones nacionales. ¿O no? 

¿Volveremos a ver esta imagen?

Al Olimpiakós no le van mejor las cosas. Los Angelópoulos han anunciado en un comunicado que se van. En el mismo detallan las causas por las cuales toman esta decisión. Que si han pagado mucho en impuestos -dejan caer que otros equipos no lo han hecho-, que si han contribuido a subir el nivel del baloncesto griego, que si han levantado de nuevo al Olimpiakós, que si han ganado copas griegas y un subcampeonato de Europa, etc, etc… También cargan contra el arbitraje y contra los problemas de seguridad en los campos, que es directamente una crítica contra los dirigentes de la federación.  

Extractos del comunicado sacados de Tubasket.  

"Durante todos estos años luchando contra un 'sistema' que reacciona obstinada y constantemente socavando nuestros intentos por lograr un mundo digno. Tras haber agotado las posibilidades compatibles con la moral, la ley y la lógica, dejamos, disgustados y con todo el dolor de nuestro corazón, el Olympiacos y el baloncesto griego. Gracias a todos los que han creído y luchado con nosotros y a los que nos han apoyado". 

"El Olympiacos lleva pagados cerca 50 millones de dólares en impuestos. Nos preguntamos si algún otro grupo ha pagado la cantidad correspondiente en los últimos 20 años".

Todo eso está muy bien, pero yo tengo mi opinión formada, claro.

A pesar de la pasta que se han dejado, no han ganado ni una liga en siete años. Sólo alguna Copa de Grecia, un trofeo menor. El segundo puesto en la Euroliga se consigue después de desembolsar más que nunca con las llegadas de Childress y Kleiza entre otros. Encima, el eterno rival, sigue coleccionando títulos, no sólo en Europa sinó también en Grecia. Y encima gastando menos.

La queja a los árbitros es puro pataleo. Incluso comentan en la carta que la diferencia en la cantidad de tiros libres durante la última final es escandalosa. Los equipos  pequeños son los que podrían quejarse con razón. 

En cuanto a la seguridad, decir que uno de los campos más inseguros y más violentos de Europa es el Palacio de la Paz y de la Amistad. 

No era extraño ver a los Angelópoulos hablando con la afición.

Se ha gestionado mal, ha habido problemas de egos en el vestuario y el entrenador no ha podido controlar ciertas actitudes. En pocas palabras, los Angelópoulos se han quemado. Ivkovic al principio de la temporada pidió jugadores que ganasen partidos clave -como Holden-, pero no llegaron. Ahora solicita a Kristic, pero se lo quita el CSKA de Moscú. Cuidado porque ¿quién va a querer venir ahora a jugar al Olimpiakós? Los hermanos se han gastado 150 millones de euros en fichajes y sueldos en 7 años, 66 jugadores y 50 millones pagados a la hacienda pública. Menuda pasada.

Por si fuera poco, sale ahora a la luz que los jugadores del Pireo no cobran desde hace cinco meses. Todos los jugadores están en venta. Veremos si el Olimpiakós evita una posible debacle el año que viene. Lo peor de todo es la incertidumbre. Jugadores que no cobran, sin noticias por parte del club, algunos de vacaciones y otros concentrados con sus selecciones… Y Grecia que está como está. 

Una Euroliga cerrada, con partidos interesantes cada semana y equipos fuertes sería un balón de oxígeno, pero ahora mismo el panorama no es nada halagüeño. El más listo de todos ha sido Halperin, que ha puesto pies en polvorosa y ha regresado a su Maccabi de Tel Aviv. Ahora dicen que Ivkovic contaba con él. 

Las palabras de Bouroussis en la conversación con su suegro han sido la gota que ha colmado el vaso.

GIANNIS BOUROUSSIS, ¿HÉROE O VILLANO?.

Giannos Bouroussis es un jugador de raza y de carácter, eso nadie lo duda. Con experiencia fuera de Grecia -Barcelona- ha sido uno de los pívot que más ha progresado en Europa los últimos tres años. Ese carácter “extremo” es un poco lo que le pierde. No duda en coger el micrófono para calmar a la gente si hace falta porque es un ídolo en el Pireo. 

La novia de Bouroussis es la hija del presidente del F.C. Kavala. Personaje de puro en la boca y bigote, el presidente está siendo investigado por un tema de amaños de partidos y apuestas. La policía le pincha el teléfono y empieza a grabarle todas las conversaciones. La de Bouroussis sólo es una de las muchas.

Juzgad vosotros mismos. Desde luego, es una metida de pata a pesar de que siempre debemos reservar la presunción de inocencia. Tiene que declarar en el juzgado. Nadie puede preveer las consecuencias, aunque se habla de despido del club y de la selección.

Bouroussis, uno de los jugadores más odiados por la afición del Panathinaikós ya ha hecho unas cuantas. Quizás de ahí que muchos sospechasen que era él el de las conversaciones cuando todavía no se había dicho el nombre.

Veamos algunas salidas de tono del gran jugador griego.

- Escupitajo a Hervelle en el play off de la Euroliga. Si lo pensamos bien, ni es el primero ni el último que escupe a un rival. Dejémoslo en falta leve.


- Conduciendo en Atenas sin matrícula es parado por la policía. Encima, lleva los cristales tintados. Debemos decir que la policía quita las matrículas a los coches cuando éstos cometen infracciones graves de tráfico o aparcan en lugares prohibidos.  Evidentemente, circular sin la matrícula está severamente castigado. Pero claro, a Boursoussis sólo se le ocurrió decir aquello de ¿tú no sabes quién soy yo?

¿Pero es que no sabes quién soy yo?

- Después del segundo partido de la final de este año, los jugadores y dirigentes del Olimpiakós se quejaron amargamente del arbitraje. La cantidad desproporcionada de faltas señaladas desesperó a los del Pireo. Tanto es así que Bouroussis, al acabar el partido, sacudió a la federación. Renunció a la selección. Dijo haber ido a concentraciones lesionado y haber respetado siempre a la selección. Pero, dolido por el arbitraje y en caliente, soltó que la federación no les respetaba. Se borró. 


Al cabo de unos días, rectificó, pero el daño ya estaba hecho. Desconozco si iba a ser seleccionado o no, pero después de lo de las escuchas, no creo.

- El Boursoussis provocativo es el que pone más nervioso a sus rivales del PAO. Aquí un vídeo que le dedicaron. El Olimpiakós pierde contra el Barça, pero se dirige a sus propios seguidores haciendo gestos y diciendo que “en 10 días nos vemos”. Al parecer, el público empezaba a increpar a los suyos. En 10 días se enfrentaban en la semifinal de la Euroliga en Berlín contra el PAO. Parecía el destino. Bouroussis tiene la bola para ganar y falla un gancho relativamente fácil que le da el paso a la final al PAO de Obradovic -que además ganaría-. 

Tranquilos, en 10 días nos llevamos la Euroliga...


- La conversación telefónica. Se ha metido en un buen lío y se me antoja que cualquier explicación rocambolesca lo único que puede hacer es empeorar las cosas. Sin embargo, al no haber controles no se puede saber si lo que se tomó influye en el rendimiento del jugador. Quizás eso le pueda salvar.

Al parecer, los laboratorios farmacéuticos encargados no hacen controles antidoping en la liga griega de baloncesto porque se les debe bastante dinero. Una vergüenza. 


Algunos extractos.

En un momento, Bourousis le dice a Psomiades: "No me tomé la 'vitamina' antes del último partido y la usaré esta noche. Todavía me queda medio paquete".

¿Resultado? Bourousis pasa de 0 puntos, 6 rebotes y 2 de valoración antes de la "vitamina", en el tercer partido (perdido por Olympiaicos), a 16 puntos, 6 rebotes y 21 de valoración después, en el cuarto (tambien derrota griega).

Esta es la conversación telefónica íntegra, hecha pública por la web griega 'Contra.gr', y que traducimos al español de la traducción, hecha a su vez del griego, por la web 'TalkBasket.net':

En señor Makis.

- Bourousis: "Buenos días, señor Makis, ¿cómo estás?
- Psomiades: "Buenos días. Enhorabuena, chaval".
- B: "Gracias".
- P: "Mis chicos están sufriendo lo mismo que tú, no pueden dormir".
- B: "Sí, Sr. Makis, no estoy durmiendo bien".
- P: "Sí, los mismos que mis chicos (obviamente habla de sus futbolistas del Kavala FC)".
- B: "¿Es tan efectivo Sr. Makis?"
- P: "Sí, y cuanto más juegas, más efectivo se vuelve. Anoche estuvimos viendo el partido (del Olympiacos de basket) con Mantzourakis (entrenador del Kavala FC en ese momento) y con el Director Deportivo en el Hotel Sofitel y ¿sabes que me dijeron? 'Sólo Bourousis está jugando con pasión y está preparado para destrozar a cualquiera', sin saber nada del tema..." (Risas).
- B: "No tiene ni una pista... (se deja de oir bien la conversación) (Risas).
- P: "Todos están jugando a un nivel inferior al tuyo, tanto los del Panathinaikos como los del Olympiacos. Tú estás jugando, al menos el doble de duro. Después de machacar en los dos minutos finales, los hermanos Angelopoulos (propietarios del Olympiacos) estaban felices, saltando; las cámaras se centraban en ellos".
- B: "Sí, esos idiotas (obviamente refiriéndose a los hermanos Angelopoulos) bajaron a la pista (tras el partido), e intentaron hablar conmigo, pero me hice el sordo y les evité. Pero Sr. Makis debería saber que 'la medicina' se me ha acabado".
- P: "No te preocupes, chaval, te consigo más. ¿Para cuándo la necesitas?
- B: "Necesito algo para las Finales".
- P: "¿Para cuándo las quieres?".
- B: "Mediados de mayo".
- P: "¿Estás tonto? Por supuesto que te puedo conseguir algo para entonces. Hará algo por ti, chaval".
- B: "De acuerdo, Sr. Makis".

¿Será el fin de Bouroussis con el Olimpiakós?

El barco se hunde (2). Resumen de la temporada 2010-2011.



La temporada ya ha terminado y creo que ha llegado el momento de hacer balance. Antes de empezar, podéis leer si os interesa lo que escribí sobre la liga antes de empezar la temporada aquí. 

El barco, que más que barco era barca de remos, se hunde irremediablemente. Los dos capitanes que intentaban todavía manejar el timón no han podido más y han abandonado la embarcación.  El futuro de la temporada que viene es negro.

Pero primero vayamos con el resumen. 

Como no podía ser de otra manera, el Panathinaikós y el Olimpiakós han dominado las competiciones domésticas de cabo a rabo. Los del Pireo llegaron imbatidos a la final de la liga; sin derrotas en la regular con un balance de 26-0 y sin derrotas en la Copa Griega. Los verdes, por su parte, se presentaron en el momento clave de la temporada con 3 derrotas: las 2 de liga contra el Olimpiakós y la final de la Copa Griega. 

Como ya comenté en el post al que os he remitido antes, la diferencia de presupuesto es tan grande que, cualquier otro resultado sería poco menos que un milagro. Por detrás, los equipos de Salónica han recuperado el nivel y han conseguido la tercera y la cuarta plaza. Conviene decir, con todo, que los problemas económicos del Maroussi, del Panionios y del Peristeri también han influido. 

Rawle Marshall ha llevado al PAOK al tercer puesto de la liga.

Por debajo, el Iraklís perdió la categoría tras una temporada nefasta cargada de problemas de todo tipo, y el AEK, finalista de la Euroliga hace unos 10 años, ha quedado el penúltimo. Ahora que todo el mundo habla de River Plate por su sorprendente descenso, conviene decir que el AEK de Atenas tampoco había bajado nunca en toda la historia. Ahora sólo el Panathinaikós y el Aris son las escuadras que han jugado siempre en la primera división. Sin embargo, ahora pretende mantener la categoría en los despachos. Un problema legal -un peldaño al que agarrarse además de su historia y de sus siglas- pueden hacer todo lo demás. El Ilisiakós, que ganó su permanencia en las canchas tras vencer en la última jornada en Rodas, puede irse al pozo. Al parecer, el presidente es a la vez representante de jugadores, algo que es ilegal en Grecia, con lo que la sanción podría ser el descenso a la segunda categoría. No hay resolución todavía.

La temporada del Olimpiakós puede considerarse de bastante buena hasta la llegada de los play off de la Euroliga. A partir de ahí, un desastre. Las lesiones de Nesterovic y Nielsen han marcado el final de la temporada. Ni las buenas actuaciones de Glynniadakis ni la vuelta de Printzesis han podido evitar el hundimiento. Además, Teodosic ha tenido graves problemas de cintura los últimos meses y tanto Papaloukás como Spanoulis se han perdido algún partido por dolores en la rodilla. Este panorama unido a la irregularidad que siempre muestra y la inestabilidad de un vestuario poco unido han hecho el resto. No se explica. 

La Copa de Grecia se volvió a celebrar como si se hubiera ganado la Euroliga. Demasiado poco para un equipo que maneja año tras año uno de los presupuestos más altos de Europa.

El cruce de cuartos en la Euroliga marcó el principio del fin. Tras una victoria de 40 puntos en el primer partido de la serie, nada podía esperar un descalabro semejante; derrota en los siguientes tres partidos y a la calle. Además, siempre dio la impresión de que el equipo no podía más. Coincidió con los problemas físicos de Teodosic, que no pudo ayudar demasiado. Fue una serie que resume bastante bien lo que ha sido el Olimpiakós estos últimos años, capaz de lo mejor y de lo peor. Se decía que a Giannakis lo toreaban un poquito, pero ¿a Ivkovic?

En la liga las cosas no fueron mucho mejor. A pesar de llegar imbatido, el PAO superó el factor cancha ganando el primer partido en el Pireo. A partir de ahí, a remolque, que es algo que no suele saber hacer. La final no estuvo exenta de polémica. Siempre lo mismo. Lo que pierden intentan agarrarse a un clavo ardiendo, en este caso al arbitraje. 

El PAO llegó al momento clave de la temporada en el mejor momento. Obradovic siempre lo consigue. Jugadores que se habían mostrado irregulares durante la temporada, llegaron a las finales en plena forma y con mucha confianza. 

Cayó derrotado en liga en la primera vuelta contra el Olimpiakós. Las piezas no estaban todavía engrasadas. En la segunda vuelta perdió en la prórroga y se presentó a la final con un balance de 24-2 y desventaja de campo. 

Se dejó ir en la competición doméstica y se preparó 100% para la Euroliga. Un par de derrotas inoportunas les colocó detrás del Caja Laboral. El cruce con el Barcelona marcaría el final de la temporada para unos y para otros. Fue la final anticipada. Los de Obradovic maniataron a Navarro y aprovecharon la baja forma de Ricky Rubio para dominar los 4 partidos de la serie. En Barcelona ganaron el segundo partido y en el OAKA no perdonaron. Vivimos, a pesar de la baja anotación, la mejor serie de los últimos años. Hubo igualdad, momentos trepidantes y muchos nervios. Lo que necesita la Euroliga con más regularidad.


El PAO se presentó en la final four de Barcelona como el gran favorito y no falló. A decir verdad, ganó con cierta comodidad los dos partidos. La pareja Diamantidis-Batiste apoyada por un gran Calathes brilló aquel fin de semana y dio la enésima Euroliga a Obradovic, que estaba eufórico. ¿Quién se lo iba a decir un año antes cuando fue eliminado en la fase de grupos tras caer contra el Maroussi?

Con la resaca del título en todo lo alto, llegó la final de Copa a la semana siguiente. La igualdad se mantuvo hasta el último cuarto. Apareció el cansancio en el peor momento y el Olimpiakós lo aprovechó para llevarse el partido.

Lejos de desanimarse y a pesar de no tener ventaja de campo, remontaron el vuelo y ganaron el primer partido en el Palacio de la Paz y de la Amistad. Los pilares del equipo volvieron a funcionar. El equipo volvió a demostrar ese carácter ganador que no falla en los momentos de la verdad. Un extraordinario Fotsis desde fuera del triple, un gran Calathes en la dirección, Batiste, Nicholas… Incluso ganaron el sexto sin Diamantidis, que se lesionó en el primer minuto. Fue el mejor partido de la temporada. Acabó con empate a 81 y con una prórroga fantástica del PAO (anotó 18 puntos) y un Fostis y un Batiste colosales.

Diamantidis dominó en Grecia y en Europa.

El resumen de las finales podéis verlo aquí.  

A nivel europeo, Diamantidis se llevó el MVP del campeonato. En el quinteto ideal estaban Batiste  y Diamantidis, además de Scorchanitis, al que echaron de menos todo el año en el Pireo. En el segundo quinteto entró Spanoulis.

A un segundo nivel, el Aris, el PAOK, el Maroussi, el Panionios, el Peristeri, el Panellinios y el Coloso de Rodas estuvieron peleando por la tercera plaza y la entrada en los play off. 

Todos los equipos están con el agua al cuello y apenas pueden pagar a sus jugadores. Sorprendentemente, el PAOK consiguió la tercera plaza. Markópoulos, un clásico de los banquillos griegos, formó un equipo sólido a pesar de la venta de Papadopoulos al Khimki ruso a mitad de temporada. Jóvenes talentos unidos a dos o tres americanos que han dado el nivel, han obrado el milagro. Por detrás, el Aris ocupó la cuarta plaza. La irregularidad ha sido la constante en el equipo, que por presupuesto debería quedar siempre tercero. Problemas con los aficionados han hecho que el Alexandrio no se haya llenado nunca. Por detrás, los equipos de los barrios de Atenas han mantenido el tipo como el año pasado, pero siguen estando unos escalones por debajo. Al Panellinios no le ha sentado bien el cambio de sede y ha bajado posiciones respecto al año pasado. Ha habido pelea por entrar en Europa, aunque veremos qué pasa porque no creo que todos cumplan los requisitos que se requieren.

Soulis Markópoulos, un grande de los banquillos.

Por debajo, Iraklís se descolgó enseguida y quedaron Ilisiakós, Kalitheas y AEK peleando. El AEK de Dikoudis se pegó el trompazo. Los impagos están al orden del día. No va nadie al campo y fallan los patrocinadores. Desde hace diez años para acá, se ha desmontado un equipo campeón que disputaba la liga a los grandes. Una pena. Veremos si consigue mantener la categoría en los despachos.

Resumiendo podemos decir que se ha repetido el guión de los últimos años, con la impotencia de unos, el desastre de otros y la irregularidad de muchos. Pero sorpresas, salvo la del AEK, ninguna.  

Obradovic sigue siendo el Rey.

sábado, 18 de junio de 2011

El adiós de Galis.



Como todos los genios, Galis se fue sin despedirse. Cierto día, se negó a jugar y punto. No aguantó la suplencia y se largó. No esperó a hacerlo en un gran campeonato y no avisó a los medios, ni lloró bajo unos focos. Muchos anuncian su retirada un tiempo antes para que les vayan haciendo homenajes, hasta que les retiren la camiseta. Incluso lo hacen para que en los campos de los “enemigos” sean bien recibidos. 

Sus relaciones con Kostas Politis, el entrenador del PAO, no eran del todo buenas desde el Europeo del 87. Lucha de egos. Pero por el bien de todos, tiraron adelante y consiguieron el título. Todo era de color de rosa porque tanto el Aris como la Selección funcionaban de maravilla. Económicamente, sin embargo, las cosas no iban bien en Salónica y Galis decidió marcharse.

Politis y Galis cuando se llevaban bien.

Politis era considerado, junto con Ioannidis, el mejor entrenador de Grecia. Sin embargo, no era el mejor entrenador para él. Por eso cuando llegó al equipo, Galis se sintió incómodo.

Galis nunca habló sobre los motivos de su plantón ni sobre sus relaciones con el entrenador. Era su forma de ser. Hablaba en el campo, que era donde se sentía libre. Todavía hoy nadie abre la boca sobre las causas exactas de la retirada.

La temporada 92-93 acabó con una segunda posición y con el título de Copa, pero el inicio de la temporada siguiente fue malísimo. Con Pavlicevic las cosas no iban bien. Problemas internos y con el propio coach hicieron que éste presentara la dimisión tras caer derrotado contra el Efes Pilsen.

Según dicen algunos, Pavlos Giannakopoulos, el presidente, no tenía claro lo de Politis, pero habló con Galis, que le recomendó el fichaje. “Si tú lo quieres, lo traigo. Todo sea por el bien del Panathinaikós. Esta información es confusa y algo contradictoria, teniendo en cuenta que tras el Europeo del 87 la relación Politis-Galis estaba medio rota. Pero habían pasado 6 años desde aquello…  

El debut no puede ser mejor para Galis, que parece estar pasando una segunda juventud. Se salvó el año con un meritorio tercer puesto en la Euroliga.

Fragmento de la crónica previa al debut de Politis en el Mundo Deportivo. Se enfrentaba al Juventut de Obradovic.

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A todo esto hay que añadir la novedad del nuevo entrenador Costas Politis, que ha sustituido al técnico croata Zeljko Pavlicevic, que presentó su dimisión hace diez días debido a una profunda crisis en el seno del equipo. El nuevo entrenador del equipo griego, que fue el seleccionador que consiguió en esta ciudad la medalla de oro del Eurobasket 87, sólo ha realizado un par de entrenamientos, pero sus declaraciones han sido contundentes “.Es nuestra última oportunidad, pues para seguir aspirando a estar entre los cuatro primeros es necesario ganar al Joventut y luego hacerlo en Cantú. Les he dicho a los jugadores que para nosotros es el partido del año y sólo una victoria no permitirá recuperar la confianza en nosotros mismos Tenemos que ganar al precio que sea”.

La palabras de Politis no tienen desperdicio, pero es consciente de los problemas internos del equipo, donde existe un fuerte divorcio entre Galis, al que acusan de jugar a su aire -aunque es el líder en asistencias de la Liga griega- y Volkov, que no acepta de buen grado jugar en la posición de ala-pivot, pues prefiere en la de tres. Esta situación ha alcanzado a Vrankovic, que hizo frente común con el ucraniano y ello fue una de las causas de la salida de Pavlicevic.

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Y crónica posterior.

NIKOS GALIS.

El veterano base-escolta del Panathinaikos fue uno de los jugadores más espectacularmente ‘resucitados’ por su nuevo entrenador, Costas Politis. La ex-estrella del Aris hizo honor a quienes le siguen considerando como el mejor jugador de su país: 30 puntos, con una serie digna de sus mejores tardes, y 9 asistencias que colaboraron también a romper la ayer frágil defensa verdinegra. Como en sus mejores tiempos, Galis fue el alma de un equipo que afrontó el partido de ayer como una reválida tras su derrota la pasada semana ante el Efes y la consiguiente destitución de su hasta entonces entrenador, Zeljko Pavlicevic. Con más actuaciones como las de ayer, Galis puede aspirar a llevar al Panathinaikos a su primera ‘final four’.

Al parecer, durante aquel verano, Politis visitó a Galis y le intentó presionar para que diera el OK al fichaje de Panagiotis Giannakis. Giannakopoulos sólo lo traería si Galis aceptaba. No se entiende cómo un entrenador con la personalidad de Politis solicite un fichaje a un jugador del equipo. Está claro que Galis, aunque ya mayor, se convertía rápidamente en el jefe del equipo al que iba. Los directivos parecían no pintar demasiado por entonces. Siempre se ha dicho que la relación entre Galis y Giannakis era tensa. Ellos siempre lo han negado y cuando se les ve juntos en público son como hermanos. Desconozco si habría motivos para sospechar esas supuestas envidias entre el uno y el otro. Lo que estaba claro es que para la prensa tenía su aquél. Por otro lado, si todo era una balsa de aceite, ¿por qué consulta Politis a Galis el fichaje de su ex compañero en el Aris? Giannakis ficha en loor de multitud.  

Una nueva temporada comienza y está claro que algo falla. Galis juega un papel secundario. Además, juega de alero en un lado de la pista y cerca del aro. ¿Galis en el poste bajo jugando de espaldas con 1.81?

El PAO consiguió ganar la Copa en la temporada 92-93.

Habló con Politis sobre el tema. Le dijo que donde le ponía no podía jugar, que no se sentía cómodo. No podía ayudar al equipo como él quería.

Politis no hizo caso y le contestó que jugando como había jugado siempre, Galis sería frenado. “Yo sé lo que hago”. Parte de razón tenía, porque las defensas sobre Galis llegaron casi a lo terrorífico. 

Después de un partido contra el Peristeri en el cual el PAO perdió, Politis decidió que jugaría con altura y con lanzadores. Galis, incómodo, pidió explicaciones para saber dónde iba a jugar él. Como se ve, el capitán no se cortaba un pelo a la hora de pedir explicaciones. Tensaba la cuerda cada día más y las diferencias iban in crecendo. Los diálogos se convertían en discusiones subidas de tono en las que el entrenador tenía las de ganar.

La respuesta fue “bien, no has entendido que no tienes sitio en el equipo”. Menudo era Politis. "¿No entiendes que eres un problema para el equipo?"  (!!!)

¿Cómo se atreve? 

Galis le recriminó que debía haberle avisado antes de empezar la pretemporada. De haber sido así, todos de acuerdo y se hubiera ido. El suceso llegó a oídos de Giannakopoulos, que organiza una reunión en el Hilton. Allí se reúnen los dos protagonistas más Pavlos Giannakopoulos, Giorgos Rambotas y Manos Papadopoulos, que eran los principales directivos.  

Giannakopoulos se pone nervioso y se preocupa después de oír a Galis. Politis reacciona diciendo que la situación y sus explicaciones no son ésas, que la explicación y la situación es otra. Se justifica diciendo que había sido un mal momento y que no lo volvería a hacer. ¡Qué no hubiera dado yo por estar allí!

“El problema se soluciona aquí”, dijo el presidente.

A continuación se produce un enfrentamiento entre Rambotas y Politis, que provoca que el primero se levante y se vaya. Parecía que los directivos de alineaban con Galis.

Llegados a este punto, el 18 de octubre de 1994, el PAO se enfrenta a los Ambelokipoi de Atenas. Ni Giannakis ni Galis son titulares. Giannakis entra al cabo de un rato y después, cuando el PAO va ganando por 24, Politis llama a Galis. Éste se niega a jugar alegando que no se encuentra bien. Inmediatamente, se levanta y se va a los vestuarios. 

En el Mundo Deportivo leemos lo siguiente.

Tarjeta roja.

NIKOS GALLIS

Jugador de baloncesto

Tarjeta roja de descalificación a la estrella griega por su actitud intolerable en un profesional, al no entender que nadie tiene la titularidad asegurada en todos los partidos, y menos en un deporte que admite cambios continuos, y por negarse a jugar cuando lo requirió su entrenador, Costas Politis. el mismo con el que aquél llevó a la selección griega a la cumbre europea.

Giannakopoulos se lo llevó a casa con su coche. “Tú lo recomendaste y por eso vino. Veo lo que ocurre pero no te preocupes, yo me ocupo”. En cuanto Giannakopoulos se va, Galis prepara la maleta y vuelve a Salónica. En vista de la situación, el presidente se ve obligado a cortar la relación con el jugador y su contrato queda roto. Fue una decisión difícil de tomar, pero estaba claro que Galis desafiaba al club con su actitud. Al poco tiempo, Politis sería cesado.  

Pero la historia no se había acabado porque los directivos intentaron convencer a Galis de que volviera, que mantendrían el contrato que tenía por un año más. Le pidieron que cogiera el teléfono de Giannis Giannakopoulos, cosa que no hizo, y que dijera el entrenador que quería (!!!). Giannakopoulos se enfadó con sus directivos por no informarle de que mantenían contactos con Galis, justo después de la derrota en el quinto partido de la final de aquel año.

Noticia aparecida en el Mundo Deportivo.

Cuatro meses de sanción a Galis por su indisciplina.

El Panathinaikós emitió ayer un comunicado en el que anuncia que ha impuesto a Nikos Galis una sanción de cuatro meses sin jugar por sus reiterados actos de indisciplina, que provocó incluso el cese del técnico. Con esta decisión, el club griego se ahorra el pago de su ficha, que asciende a un más de 135 millones por temporada.

Al parecer, el nuevo entrenador, Bozidar Maljkovic, no lo quería en el equipo. ¡Pero tampoco lo quería en ningún equipo rival!

Galis toma la decisión el 29 de septiembre de 1995. Envía un comunicado de prensa donde anuncia su retirada. En el comunicado no da demasiados detalles y se dedica a comentar que deja el deporte que tanto amó. Se va sin rencores aunque con amargura por cómo se produjo el final. Pide perdón también a todos aquellos a quienes haya podido molestar alguna vez.

Filathlos titulaba “El baloncesto perdió a su dios”.

El PAO ganaría la Euroliga la temporada 95-96. Giannis Giannakopoulos tuvo palabras de agradecimiento a Nikos Galis. Dijo que era buen amigo suyo y que sólo por culpa de terceras personas no estaba ahí con los campeones.

Thanassis Giannakopoulos, por su parte, dijo que tanto Politis como Galis tensaron demasiado la cuerda. Los directivos intentaron una reconciliación pero no hubo manera. “Nosotros no generamos esa situación", apostilla. Básicamente, ni el uno ni el otro se bajaron del burro.

13 años después de su retirada el periódico Prasini le hizo una entrevista a Politis en la que le preguntaron sobre el asunto. Politis se cabreó y manifestó estar harto de la preguntita de marras. El ex entrenador explotó: “¿cómo puedo poner de titular a alguien de 37 años? Yo soy entrenador y decido quién juega y quién no“. 

Compañeros como Christos Myriounis destaca el señorío de Nikos Galis. Nunca dio problemas. La actitud de Politis con él dice que fue fea e injusta.

Nikos Syrigos, periodista del Prasini, no dudó en afirmar que la realidad era que Kostas Politis provocó que Galis lo dejara, porque simplemente siempre sintió cierta envidia. No le gustaba que jugadores como él se llevasen el protagonismo.

Entrenadores, ¿un mal necesario?



Un último apunte aparecido también en el Mundo Deportivo sobre el final de Galis.

Nicos Galis entrena con un Segunda División.

Atenas- Tras haber causado baja en el Panathinaikós por discrepancias con el entrenador, Nikos Galis no ha abandonado el basket .El legendario escolta, campeón de Europa con la selección de su país en 1987, entrena con el Makedonios, un equipo de Segunda División que actúa en Salónica. Galis sólo participa de los entrenamientos para mantenerse en forma y no tiene intención de regresar a la competición. En ese equipo se ha reencontrado con Katsoulis, un ex compañero de la época del Aris que es la principal estrella del Makedonios. El enfrentamiento entre Galis y el entonces entrenador del Panathinaikós, Costas Politis, estuvo motivado por la ausencia del jugador en el cinco inicial del equipo. Tras su marcha del equipo, la directiva decidió destituir a Costas Politis.

lunes, 6 de junio de 2011

Play off final de la liga griega.





Cuelgo mis artículos publicados en la página Masbaloncesto.com sobre la final de la liga griega de baloncesto. Han sido unas finales interesantísimas, dignas de dos de los mejores equipos de Europa.


Primer partido.

Golpe de autoridad: el PAO se adelanta en la final de la liga griega. 

Obradovic lo ha vuelto a hacer. Clase magistral del maestro Diamantidis, que ha dominado el partido de manera extraordinaria. El Olimpiakós salió en tromba y consiguió las primeras ventajas. Teodosic, Bouroussis y Maurokefalidis hacían daño y la defensa del PAO no era buena. Gordon frenaba a Diamantidis y nada hacía pensar lo que iba a pasar después. El Panathinaikós salió con Batiste de 5 en lugar de Bougioukas como solía hacer y con Tepic, que sustituía a Perpéroglou. Olimpiakós endosó un 11-4 de salida que se convirtió en pocos minutos en un 18-10 y luego en un 21-12 tras sendos triples de Teodosic y Gordon. En ese momento, Ivkovic se puso a protestar exageradamente una falta no señalada y fue castigado con una técnica. Es incomprensible como un entrenador con tanta experiencia caiga en semejante error. Parecía como si quisiera que los aficionados presionaran más a los árbitros. Fue una decisión valiente de los árbitros. La técnica llevó a Diamantidis al tiro libre, pero lo más grave es que cortó el ritmo de su equipo, mucho mejor hasta ese momento. El hombre del segundo cuarto fue Maric, que entró como un ciclón y se comió a Bouroussis. Maric, que ha estado renqueante toda la temporada, ha hecho el mejor partido de la misma. Ha taponado, ha reboteado y ha anotado, además de frenar a los pivots rivales. Una de las cartas de Obradovic. Pasó por delante de Bougioukas en la rotación. Con una canasta de Sato el PAO igualaba a 23. Un parcial de 6-0 que coincidió con la salida de Gordon hacía que las cosas volviesen a la normalidad, pero el PAO entonces ya estaba metido de lleno en el partido y las diferencias no fueron a más. Diamantidis había empezado a leer. Sato dio la primera ventaja del partido al PAO (30-32), pero enseguida reaccionaron los pireotas marchándose al descanso con una mínima ventaja (35-34). Daba la impresión que el Olimpiakós había dejado escapar con vida al Panathinaikós. Tras las ventajas iniciales el PAO empezó a jugar “en equipo”, dominando las posesiones y el tempo del partido. Poco a poco, los de Obradovic reconducían la situación y la llevaban donde les convenía: ataques largos, pocos puntos, el bloqueo y continuación, la paciencia… En una palabra: Diamantidis. Por su parte, el Olimpiakós había empezado a “malgastar” ataques. Tras el descanso, el PAO se puso en zona con Kaimakoglou, que no había jugado ni un solo minuto, arriba. No había visto defender así al Panathinaikós. La defensa 3-2 con hombre alto arriba consiguió lo deseado. El Olimpiakós agotaba las posesiones o no encontraba situaciones cómodas. Los verdes controlaron el rebote defensivo. En la primera parte el Olimpiakós había conseguido 7 capturas ofensivas. El Panathinaikós se fue de 5 y mantuvo la diferencia durante varios minutos a pesar del nefasto partido de Nícholas, que no la metía ni a tiros. Además de fallar triples erró en los tiros libres. Pero el partido seguía abierto y el Olimpiakós remontó (57-58). Entonces, una serie de decisiones muy protestadas por los rojiblancos, volvieron a descentrar a los de Ivkovic. Con 61-66 en el minuto 35, apareció Spanoulis. Un triple y un 2+1 apretaron el marcador (68-68). Cuando parecía que Spanoulis acabaría decidiendo, apareció Fotsis, que anotó un triple estratosférico desde 8 metros que causó estragos. Fue un triple importantísimo por el momento en el que estaba el partido. Un rebote ofensivo de Batiste y dos tiros libres de Diamantidis -éste no falla- pusieron en ventaja a los verdes, que jugaron con más cabeza los últimos minutos. Algunos malos ataques unidos a la fuerte defensa del PAO hicieron que la diferencia se hiciera insalvable.

Ivkovic reconoció que la victoria del PAO había sido justa y no buscó excusas. El porcentaje en tiros de dos fue un pésimo 38% contra un 58%. Confesó que en ciertos momentos habían perdido la concentración y por ello prefirió jugar los minutos finales con jugadores más expertos. Puso como ejemplo de sus errores el caso de Maric, que metió 14 puntos en 10 minutos. Añadió que esperan jugar mejor el próximo partido, cuando no tengan tanta presión encima. Tepic destacó la buena defensa, Maric dijo tener ahora la presión por jugar en casa y Batiste apuntó que uno de los secretos del éxito del equipo son sus aficionados, con lo que espera llenar el OAKA para empujar al equipo. Printzesis declaró que habían perdido por fallos propios y Maurokefalidis comentó que no tenían que agachar la cabeza y que había que levantarse.

Por cuartos: 21-15, 35-34, 51-56, 70-75.

Oliampiakós: Papaloukás 9 (1), Gordon 7 (1), Spanoulis 12 (1), Printzesis 2, Bouroussis 14, Keselj, Maurokefalidis 8, Halperin, Papanikolau, Teodosic 14 (2), Erceg 4 (1)

Panathinaikós: Tepic 4, Maric 14, Batiste 13, Fotsis 5 (1), Sato 4, Nícholas 4, Tsartsaris, Diamantidis 21 (1), Bougioukas 2, Calathes 6, Kaimakoglou 2.  


Segundo partido.

El Panathinaikós a un paso del título (78-66).

El Panathinaikós de Atenas repitió victoria en el segundo partido de las finales de la liga griega contra el Olimpiakós del Pireo. Los hombres de Zelko Obradovic están a una sola victoria de revalidar el título. El miércoles se disputará el tercer partido en el Pireo, con match ball para los verdes.

El partido de ayer siguió parámetros similares a los del primer partido. A los de Obradovic les costó entrar en el partido y el Olimpiakós, muy serio, tomó las primeras ventajas que llegaron a rondar los 10 puntos (2-9). Salió Spanoulis de titular en lugar de Teodosic y demostró que es posiblemente el hombre más en forma del equipo. Bien en la dirección y apoyado por la buena actuación de Maurokefalidis y Bouroussis provocó que Obradovic pidiera tiempo muerto para cortar el ritmo del partido. A la carrera, el Olimpiakós siguió mejorando y el Panathinaikós no encontraba a Batiste. Éste,  flotaba a Maurokefalidis, que anotaba desde lejos con sorprendente facilidad. Con 12-19 en el marcador daba la impresión que, esta vez sí, el Olimpiakós había abandonado los complejos de los últimos años. Los verdes, a pesar de mejorar en defensa, estaban atascados en ataque. La segunda unidad no estaba ayudando como en el primer partido.

El segundo cuarto fue un festival de silbato. El Olimpiakós se quejó amargamente después del partido. Con ocho minutos para el descanso, el Olimpiakós se puso en bonus (!). Para un equipo que estaba absolutamente bloqueado en ataque, esta situación le dio oxígeno. Incluso se permitían el lujo de fallar algunos de los tiros libres: Batiste, Kaimakoglou, Nicholas… El único fiable era Diamantidis, claro., que había empezado a jugar. El porcentaje de tiros libres era malísimo (13/20), pero el Olimpiakós estaba en 3 de 4. Así, el Panathinaikós llegó a igualar a 22. Sin embargo, los problemas para los de Zelko seguían. No anotaban en estático, bien frenados por la defensa rojiblanca. Spanoulis tomó el mando de las operaciones y los pireotas se volvieron a escapar (33-43). Kill Bill estaba en 12 puntos y 6 asistencias, casi tantas como todo el PAO junto (7). Entonces Teodosic, que no había salido de titular y parecía un poco nervioso, fue sancionado con una técnica por protestar. Se repetía la historia del primer encuentro, cuando Ivkovic recibió una técnica en un momento clave. Teodosic se fue al banco y recibió una bronca tremenda de Dousan. El serbio hizo un partido para olvidar y no ayudó nada al equipo. Papaloukás, que no salió hasta el tercer cuarto, parecía el segundo entrenador, dando indicaciones y animando durante toda la primera parte. Absolutamente desquiciado y con el partido a punto de finalizar, Teodosic lanzó una botella a los aficionados del Panathinaikós.


Con las espadas en todo lo alto, se inició el tercer cuarto. Salió Glyniadakis, que hizo un buen trabajo pero enseguida se cargó de faltas. Por su parte, Panathinaikós tuvo que sustituir a Sato que cometió la tercera falta. Hasta entonces en el PAO no había nadie que estuviera jugando bien. Pero apareció Batiste. Sus compañeros empezaron a nutrirle de balones dentro de la zona, que aprovechaba perfectamente el americano, bien anotando, bien sacando faltas. Cuando recibía ayudas, permitía situaciones cómodas de tiro, que esta vez entraban. Los porcentajes mejoraron mucho y el ritmo del partido era vibrante. Posiblemente vimos los mejores momentos de la serie. El PAO anotaba con más facilidad y el Olimpiakós respondía con Bouroussis y Maurokefalidis. Batiste, coloso en ataque, pero blandito en defensa, asistía bien a los exteriores. Salió Kaimakoglou, pero fue superado en el poste bajo y se cargó de faltas personales. El Panathinaikós, enchufado, anotó de tres con Nichilas, Diamantidis y Fotsis, y  se puso por delate (58-53). Pero los pívot rojiblancos no permitieron que los de Obradovic se marchasen definitivamente en el marcador (60-58).

Con un PAO efectivo en ataque, faltaba defender. De nuevo la zona 3-2 que ya destrozó al Olimpiakós en el primer partido, causó estragos. La circulación de balón era nefasta y muchos balones de los visitantes acababan con tiros forzados en los últimos segundos de la posesiones, con balones en los pies, violaciones de pasos, etcétera. Diamantidis tomó la batuta y “alargó” los ataques de su equipo. Una extraña falta antideportiva a Spanoulis que no vimos por ningún lado y una falta doble (!) a Maurokefalidis (era la 4) y Kaimakoglou acabaron por desquiciar a los de Ivkovic. Cuando el PAO coge una ventaja de 10 puntos a poco más de 4 minutos, es difícil que se escape la victoria. Los rojiblancos, muy afectados por el arbitraje y físicamente cansados, bajaron los brazos. En el último cuarto sólo anotaron 8 puntos (!). La defensa zonal del PAO, con muchas ayudas y “brazos abiertos” fue extraordinaria. El resultado puede considerarse engañoso después de lo visto (78-66). Ivkovic se quedó a hablar con los árbitros, muy molesto por la diferencia de criterio en las faltas. El PAO se fue a la línea de tiros libres 31 veces y el Olimpiakós solo 9.

Bouroussis realizó unas polémicas declaraciones al final del partido, cargando contra la federación. Sin venir a cuento, habló de la selección nacional a la que acudió lesionado el año pasado. “Como veo que nos respetan, yo tampoco tengo porqué forzar para ir a la selección”. ¿Otro que se borra del equipo nacional?

Obradovic recalcó que no salieron bien y que cometieron demasiados turnovers (16). También señaló que la zona planteada por primera vez durante la serie por parte de Olimpiakós, les hizo daño. Añadió que no hay nada decidido todavía. Ivkovic dijo que en el segundo cuarto el PAO ya había tirado 20 veces desde el tiro libre y ellos sólo 4. Se lamentó de la diferencia de criterio en las dos zonas y dijo que el arbitraje no estaba a la altura de la competición, aunque reconoció ser el principal responsable de la derrota. Incluso señaló que se vio obligado a pedir un tiempo muerto para calmar a los jugadores.

Por cuartos:
12-19, 37-43, 60-58, 78-66

Panathinaikós: Tepic, Maric 4, Batiste 19, Fotsis 5 (1), Sato 3 (1), Nicholas 9 (2), Tsartsaris 6, Diamantidis 15 (1), Bougioukas 2, Calathes 9 (1), Kaimakoglou 2.   

Olimpiakós: Papaloukas 3 (1), Gordon 11 (1), Spanoulis 14 (2), Printzesis, Bouroussis 14, Keselj, Maurokefalidis 14, Halperin, Ggyniadakis 5, papanikolau 2, Erceg 3 (1), Teodosic 2.

 El Olimpiakós gana el tercer partido y pone el 2-1 en la eliminatoria.

Tercer partido.

El Olimpiakós del Pireo venció por 76-68 en el tercer partido de la final de la liga griega. 

Tepic volvió a salir de titular y Obradovic prefirió no arriesgar con Perperoglou, que sí estará el domingo. Los de Ivkovic salieron dispuestos a no dejarse sorprender. Con transiciones rápidas dirigidas por un buen Spanoulis, los rojiblancos tomaban la delantera. Bouroussis dominaba el juego interior y el PAO, al igual que en los partidos anteriores, parecía no haber entrado todavía en el partido. Obradovic planteó variantes defensivas para intentar frenar la sangría anotadora de los locales (24-19). La zona verde empezó a dar resultados en el segundo cuarto. El Olimpiakós confundió velocidad con precipitación. Con Teodosic en pista, los locales eran incapaces de atacar bien la zona. El PAO, por su parte, empezó a jugar como nos tiene acostumbrados. Curiosamente, los mejores minutos de los de Zelko llegaron sin Diamantidis ni Batiste en la pista. Con la segunda unidad y tras sendos triples de Nicholas, el PAO se puso por delante. La mala circulación de balón de los del Pireo y una malísima selección de tiro, hizo que la posibilidad de un 3-0 en la eliminatoria revoloteara durante muchos minutos por el Palacio de la Paz y de la Amistad. Los rojiblancos llegaban al descanso con un 0/7 en triples. Un coast to coast de Calathes en la última jugada de la primera parte ponía en el marcador la máxima diferencia para los visitantes (39-46). 


Ivkovic, que ha estado espeso toda la eliminatoria, salió en la segunda con Printzesis y Pelékanos, dos jugadores que no habían jugado hasta el momento. Tras los dos primeros partidos, parecía que todas las cartas estaban sobre la mesa. Pero Ivkovic arriesgó dejando fuera del equipo a Keselj, jugador más ofensivo, y apostando por la garra defensiva de Pelékanos. Una canasta del ex de Unicaja y un triple, el primero en 22 minutos por parte de los locales, igualó el choque.  El PAO, por su parte, empezaba a meter balones a Batiste y a Bougioukas, que hizo un buen partido. Ambos equipos intentaban explotar al máximo sus cualidades, unos con la velocidad y otros con el control. Los verdes se volvieron a escapar porque con Teodosic en pista, otra vez, llegó la precipitación. Parecía repetirse lo de los otros partidos. El Olimpiakós iba a tirones, combinando acciones de mérito con pérdidas absurdas de balón. La irrupción de Pelékanos y Pritzesis en el choque había cambiado el panorama de inicio, pero luego las cosas parecían haber vuelto al mismo sitio. Tras un tiempo muerto de Ivkovic, el Olimpiakós endosó un 8-0 de parcial, con triple de Pelékanos incluido, que le puso por delante al final del tercer cuarto (58-56). 

La aportación de Gordon al equipo, que había entrado por un desaparecido Halperin, fue fundamental en este momento del choque. Pero de nuevo el panorama cambió en el último cuarto. Parecía que no podía ser. Los rojiblancos, que por fin habían logrado ponerse por delante, volvían a atascarse en ataque. Batiste, Nícholas y Diamantidis tomaron el control y con un par de triples se pusieron 5 arriba (61-66) a 4 minutos para el final. Un espectacular parcial de 11-0 gracias a los buenos minutos de Spanoulis y de Gordon, dieron la vuelta por enésima vez al marcador. Se pasó de un 61-66 a un 72-66 en apenas 2 minutos. Un Diamantidis cansado y ese plus defensivo que imprimieron Pelékanos y Printzesis a los suyos hicieron que, esta vez sí, la victoria no se escapase. Fue un partido con múltiples alternativas en el marcador, tácticamente rico y con ambiente en las gradas. Los árbitros pararon el encuentro un par de minutos cuando todos los aficionados del Pireo empezaron a lanzar objetos y a encender bengalas. Por suerte, la cosa no fue a mayores y se pudo finalizar el partido sin problemas. 

Ivkovic, que según se vio en las imágenes, parecía haberse quitado un peso de encima con esta victoria, declaró que confiaba en poner el 2-2 en la eliminatoria. Obradovic, por su lado, dijo que su equipo, no sabe por qué, dejó de jugar. Añadió que habían sabido leer bien la defensa durante muchos minutos pero que habían bajado la intensidad en la segunda parte. Vassilis Spanoulis destacó la buena defensa del equipo y Halperín que el equipo seguía vivo. Nícholas confía en que no se escape el título en el OAKA. Da la impresión de que el Olimpiakós, habiendo evitado ser barrido, se haya quitado un peso de encima. Ciertamente, el PAO pudo haber ganado ayer perfectamente. Veremos que sucede el domingo, porque el Olimpiakós sale muy reforzado a pesar de no tener el factor cancha a favor.    


Por cuartos: 24-19, 39-46, 58-56, 76-68

Olimpiakós: Teodosic 5, Spanoulis 13, Gordon 6, Halperin 4, Papanikolau, Pelékanos 6 (2), Printzesis 8 (2), Erceg 5, Maurokefalidis 7, Bouroussis 16, Glyniadakis 6.

Panathinaikós: Calathes 4, Diamantidis 10 (2), Nícholas 13 (3), Tepic 2, Sato 2, Fotsis 5 (1), Tsartsaris 4, Batiste 15, Bougioukas 9, Maric 4.

Cuarto partido.

El Panathinaikós se proclama campeón de la liga griega.

El Panathinaikós de Atenas se proclamó ayer campeón de la liga griega. Ante un palacio de deportes lleno hasta la bandera, pudimos ver posiblemente el mejor partido de la temporada. El Olimpiakós vendió muy cara la derrota y durante muchos minutos dio la impresión de que podía alargar la serie hasta el quinto partido. En un partido que tuvo de todo, decidió el parcial de la prórroga, donde el PAO anotó 18 (!) puntos nada menos. 

El partido no pudo empezar peor para el equipo de Obradovic; con 1 minuto y 10 segundos de juegos Diamantidis pisó mal y se lesionó en un tobillo. A simple vista, no parecía grave, pero los gestos de rabia del capitán hacían temer lo peor. El base no volvió a salir al parket. Aturdido por el golpe, el Panathinaikós encajó un parcial de 2-10 que puso por delante a los del Pireo (7-10). Una serie de decisiones arbitrales, de parones por problemas en la mesa,l partido ientos a la calma, etc… hicieron que el partido se descontrolase. Nadie parecía encontrar su ritmo y las ventajas eran mínimas (17-18). Los dos equipos jugaban fuerte y se vieron algunas personales que rozaron la antideportiva. Perperoglou apenas jugó unos segundos antes del descanso pero no volvió a ser utilizado por Obradovic. Por su parte, Ivkovic sacó a Pelékanos y a Printzesis que volvieron a hacer un buen partido. Keselj, que entró en la convocatoria por Papanikolau, no pudo ayudar demasiado a los rojiblancos. En el minuto 14 y 7 segundos Pelékanos anotó un triple que puso 4 puntos por encima al Olimpiakós (23-27). Los árbitros pitaron a continuación una antideportiva a Glynniadakis sobre Maric, pero los árbitros se equivocaron y le dieron el balón a Kaimakoglou, que anotó el primero. El banquillo visitante se dio cuenta de la situación y empezaron las protestas. Evidentemente, Obradovic también saltó y acabó con una técnica, al igual que Ivkovic. Definitivamente, los árbitros de la liga griega no tienen el nivel mínimo exigible. Pero ni siquiera ellos se cargarían el choque. 

Papaloukás tomó el mando de las operaciones y empezó a mandar. Un triple de Printzesis puso siete arriba al Olimpíacos (23-30) y Obradovic se vio obligado a pedir un tiempo muerto. El equipo reaccionó y se puso por delante 35-34 gracias a Nicholas que anotó un triple. Respondió Teodosic, desdibujado también en este último encuentro. Papaloukás mantuvo a los del Pireo siempre dentro del partido, siempre animando y asistiendo a sus compañeros (6 asistencias al descanso). Con ventaja mínima (41-39) se llegó al descanso. 

En el tercer período el protagonismo fue para los jugadores. Los árbitros, que habían pitado demasiado para que no se les escapase el partido, estuvieron más comedidos. Se jugó a ritmo trepidante con canastas a ambos lados del campo. Prácticamente todos los jugadores lo hicieron bien: Kaimakoglou en el poste bajo, Batiste inconmensurable, Bouroussis intimidador, Papaloukás director, Sapnoulis, etc… Bouroussis sacó dos 2-1 importantes pero entonces apareció Fotsis, que de tres estuvo sublime (6/6). Cada canasta o triple visitante era respondido por un triple de Fotsis o por una canasta de Batiste. El incansable pívot americano sacó 10 faltas y no paraba de ir al tiro libre. Gordon fue eliminado por faltas y Teodosic se fue al banquillo con cuatro. A pesar de todo esto, el Olimpiakós seguía vivo y los locales no conseguían despegarse. De un  75-74 se pasó a 81-77 tras tiros libres de Calathes, que se marcó un partidazo. El Olimpiakós no se rindió y recortó hasta el 83-82. Entonces, Papaloukás erró dos tiros libres incomprensiblemente. En la siguiente jugada, el propio Papaloukás metió un gorro espectacular a Nicholas y a Maurokefalidis le hicieron falta. De nuevo el error en uno de los tiros, condenó al Olimpiakós, aunque por lo menos empató la contienda. El partido finalizó con un sorprendente 83-83. 

Calathis fue el hombre de la prórroga, leyendo bien todas las situaciones e incluso anotando canastas mue importantes. Secundado por Antonis Fotsis, consiguió despegar a su equipo y marcharse definitivamente en el marcador. El parcial de la prórroga fue de 18-9. La clave del partido, además de la suma de individualidades del PAO, pudo estar en los rebotes, 43-25 a favor de los locales. Por el tercer y cuarto puesto, el PAOK forzó el quinto partido tras ganar en pista del Ariss por 80-91. El quinto y definitivo se disputará el próximo miércoles en el campo de los de Markópoulos. Es la novena liga consecutiva del PAO y la undécima de Obradovic.


Por cuartos: 17-18, 41-39, 60-61, 83-83, 101-94

Panathinaikós: Diamantidis, Tepic, Perperoglou, Calathes (16), Fotsis 22, Kaimakoglou 11 (1), Nicholas 9 (1), Batiste 22, Maric 5, Sato 9, Tsartsaris 1, Bougioukas 6     

Olimpiakós: Papaloukás 7 (1), Gordon 2, Spanoulis 18 (4), Teodosic 8 (2), Keselj, Halperin 9 (1), Maurokefalidis 12, Glynniadakis 4, Bouroussis 16, Printzesis 11 (1), Pelékanos 5 (1), Erceg 2