domingo, 22 de mayo de 2011

El nacimiento de un mito.


Galis debutó con el 7.

Cuando Galis llegó a Grecia el baloncesto todavía era en blanco y negro. Él puso color al baloncesto griego.

Cuando llegó, el baloncesto era un deporte tan minoritario como el voleibol o el balonmano. Él lo puso a la altura del fútbol. 

Cuando él llegó, a los partidos asistían cuatro gatos y los pabellones eran pequeños e incómodos. Él hizo pequeño el Alexandrio.

Nikos Galis puso a Salónica en el mapa.

Por aquel entonces, los pantalones eran cortitos y se tiraba de otra manera. Los jugadores no se depilaban y lucían hermosas cabelleras. Que asomase pelo en el pecho y se viera musgo en las axilas era viril, muy de hombre. Se veía menos músculo y el gimnasio estaba lleno de telarañas.

La palabra con la que definíamos a Nikos Galis era la de "chupón". Hoy lo llamarían "jugón". No hacía otra cosa que tirar. Una vez, dos veces, cinco veces, veinte veces… Normalmente tiraba tantas veces al aro como el resto del equipo junto. Cuando recibía la bola, los otros jugadores se colocaban rápidamente dentro de la zona para intentar coger el rebote.

Era un jugador con licencia para tirar. 

Siempre ponía la misma cara de mala leche. Su gesto nunca se torcía. Siempre serio, concentrado, líder… 

Contra Giannakis cuando éste todavía jugaba con el Ionikós.

Te podía matar. Su actitud en el campo le hacía parecer antipático. Era poco dado a la risa o a la broma, además de ser muy parco en palabras. Daba escasas ruedas de prensa y contestaba a los periodistas con monosílabos. Era extremadamente tímido fuera del pabellón y la relación con sus compañeros era estrictamente profesional. Su juego individualista no ayudaba tampoco a mejorar esa imagen de jugador cabrón con mala leche. 

Hay muchas imágenes que definen a este jugador además de las que hemos dicho. Una de ellas es la de Galis volviendo a la zona con la cabeza mirando al suelo y el rictus invariable. Parecía que estuviera haciendo footing; un dos, un dos. 


Nikos era un jugador incansable. Solía jugar más de 30 minutos por partido recibiendo marcajes muy duros y llevando el peso de las operaciones. La exigencia física a lo largo de su carrera fue enorme. Era un toro.

Curiosamente y a pesar de anotar tantísimos puntos, Galis no era un buen tirador. Su mecánica a la hora de armar el brazo y de soltar el balón no tenía nada de particular. Además, era “un enano”. 1,85 solamente. 

El secreto de Nick estaba sus piernas. Con otras piernas, Galis no hubiera llegado donde llegó. Debajo de tanto pelo se escondían dos mazas fuertes y flexibles que le hacían saltar como un animal. 

Además de la resistencia física y de las “patas“, Galis tenía unas espaldas exageradamente anchas. No era muy alto, pero gracias a sus espaldas sacaba ventaja en el uno contra uno cerca del aro. Muchas veces entraba protegiendo el balón de espaldas y no había manera de quitárselo. De repente pegaba un bote y la pelota entraba por el aro. El tiro a tabla era otra de sus especialidades. 

Pasarse la bola por detrás de la espalda o hacer cambios de mano por debajo de las piernas le debían parecer mariconadas o frivolidades. Cambio de mano mortal porque suponía un salvaje cambio de ritmo, reverso ganando espacio y “quiebro rompe cinturas“. 


Los puntos fuertes de Nikos eran la resistencia, la capacidad de salto, el quiebro, la penetración y la suspensión. Siempre dice que prefería asegurar las canastas con una entrada que machacando. Para él, los dos puntos era lo que contaba. Apenas lo hizo dos veces en toda su carrera, contra el Ionikós y contra la selección de Bulgaria.

Era buen pasador a pesar de que no soltaba el balón con facilidad.

Galis conocía muy bien este deporte y vivía cada minuto con pasión. Entrenaba mucho, siempre para corregir errores. Era un ejemplo para los nuevos que lo llegaban. Un jugador genial que siempre quisieras tener en tu equipo.

Alexandrio, domingo 2 de diciembre de 1979. Hora del inicio: 21:00. Primer partido de la liga Alfa Ethnikí, período 1979-80.

Aris-Iraklís 79-78 (44-37 al descanso)

Aris: Αλεξανδρής 10, Παπαγεωργίου 20, Παραμανίδης 8, Σπάρταλης, Γεωργαλής-Γκάλης 30, Σκόνδρας 5, Καλαντίδης 2, Ανανιάδης, Βαμβακούδης, Στυλιανού 4. Προπονητής: Φρανκ Ντέβελι.

Iraklís: Πιλαφίδης 13, Τζάμος, Καρατζουλίδης 16, Καράογλου, Σακελλαρίου 19, Μάντης 12, Τσομπανάκης 6, Βαγιακάκος 2, Τσουμής 10, Ναλμπάντης. Προπονητής: Μάκης Πυριτίδης

Árbitros: Γιώργος Προεστός, Παναγιώτης Οικονομίδης

A tres minutos del final, Galis anota el 71-67. Sakellariou consigue un 2+1. Galis responde con otra canasta (73-70). Giannis Tsoumis recorta y Sakelariou da ventaja al Iraklís. Haris Papageorgiou pone con ventaja al Aris y Galis pone el marcador en +3, con 77-74. Bagiakakos pone al Iraklís a un punto y, a 13 segundos del final, Galis parece sentenciar anotando una suspensión (79-76). Vasilis Mantis reduce otra vez y el Aris pierde la bola, que llega a las manos de Sakelariou, que tira, pero es taponado por Galis. Fue uno de los pocos tapones que se le recuerdan.

Uno contra cuatro.

Treinta y dos años después de su debut en la Alfa 1 -con el número 7-, estos son algunos comentarios de los protagonistas.

Nikos Galis.

“Soy el primero en ser exigente y crítico conmigo mismo, especialmente aquella tarde. No jugué muy bien y me enfadé. Tenía sólo 22 años y debutaba jugando con nuevas reglas y en un ambiente nuevo. La gente esperaba que no fallase ni un tiro. Al final conseguí meter dos o tres canastas decisivas y metí un tapón importante a Sakellariou que nos permitió ganar.”

Sotiris Sakellariou (jugador del Iraklís).

“Cometía el error de marcarlo dándole dos metros. Con su quiebro de cintura me desplazaba totalmente cambiando de mano y me descolocaba sin yo darme cuenta. En un momento dado, durante el partido, decidí marcarlo over play, muy encima, para que no recibiera el balón. Nuevamente se me escapaba y me encontraba dos metros detrás. No olvidaré nunca que fui el primer jugador en marcarlo en Europa. Tres años más tarde tuve la suerte de hacerlo con Michael Jordan. Después de eso puedo decir que cumplí como jugador.” 

Takis Karatzoulidis (jugador del Iraklís).

“No olvidaré nunca una jugada en la que fui a hacer una ayuda a Sakellariou para cerrar el paso y pararlo. Caminó en el aire como desafiando la ley de la gravedad. Creía estar viendo mariposas.”

Vangelis Aleksandris (jugador del Aris).

“Estaba nervioso por el marcaje de Kalantidis y Sakellariou aunque sabíamos que lo superaría. Yo fui el primero que lo recibí cuando llegó de América y nos lo presentó el entrenador Petalidis. En el equipo la figura era Haris Papageorgiou y yo, como play maker, tuve que mediar para que los dos estuvieran satisfechos.”

Dionisis Ananiadis (jugador del Aris).

“Para mí aquel partido significó el inicio de una nueva época. Nunca tenía demasiada importancia el ser titular, pero cuando llegó Nikos perdí mi puesto en el quinteto como escolta. Me di cuenta que esa iba a ser la situación a partir de entonces y decidí cambiar mi manera de jugar. Me reconvertí y pasé de anotador a defensor.”


Anestis Petalidis (entrenador del Aris).

“Estaba nervioso y preocupado por él, porque desde que lo vi llegar al aeropuerto, más bajo de lo que esperábamos, con cuerpo de boxeador y con la boca hinchada por un problema en el diente me dije que “nos hemos traído un paquete”. Le puse encima a Alexandris en los entrenos y sólo entonces me relajé. El día del debut contra el Iraklís la gente venía y me decía “Anesti, éste falla entradas”. Les dije que se precipitaban y que era pronto, aunque la duda que teníamos era obvia. Incluso el presidente de entonces, Menelao Hatzigeorgiou, me preguntó angustiado esa misma noche qué hacer con él. Y me acuerdo que exactamente le dije: “Seguimos adelante, Menelao, y no te preocupes. No lo has entendido, pero con éste acaba todo. Con éste subiremos a la cumbre de Grecia y de Europa.”

Giorgos Proestós, el árbitro.

“Aquella suspensión y aquel sorprendente quiebro de cintura me dejaron desde el primer momento con la boca abierta. Entendía que pasaríamos una difícil tarde persiguiéndolo. Jadeaba para intentar seguirlo cuando encaraba la canasta, pero hoy me siento parte de la historia porque fui el primero en mandarlo a al línea de tiros libres, el primero en señalarle una falta, etc… Cometió pasos tres o cuatro veces, acostumbrado a la manera de jugar americana. Todavía no se había adaptado a las nuevas normas. Protestó bastante después de que se los pitara.”  

Unon de los primeros partidos de Galis en Europa.

martes, 3 de mayo de 2011

John "Tintín" Korfas


 

Una de las “peores” mecánicas de tiro que he visto nunca jamás es la de John Korfas.

Acostumbrado a los finos estilistas de los 80 como Petrovic, Epi o Prelevic, lo de Korfas era indescriptible.

John Anthony Korfas fue el base titular del PAOK durante la época dorada del baloncesto en Salónica. Nacido en Estados Unidos pero de padres griegos, estudió y jugó en la Universidad de Pepperdine desde 1982 hasta 1986. Con 1,78 y esa manera de tirar tan poco ortodoxa, no parecía tener futuro en la NBA

En una de las giras de equipos formados por griego-americanos que solía hacerse en verano, llamó la atención de los ojeadores del PAOK, que enseguida lo quisieron fichar. Una curiosa manera de “venderse” fuera la de aquellas giras. La verdad es que aquellos partidos dieron de sí. Pocos años después Pete Papachronis seguiría los mismos pasos que Korfas.

Algunos directivos del PAOK viajaron a Nevada para fichar a Andy Kladis -otro jugador que habían visto en la gira- y a John Korfas. Les dieron 40.000 dólares a cada uno y el trato quedó cerrado. 

                                            Korfas a su llegada.                 ¡Tintín con el 8!

El 17/8/1986 llegaron a Salónica y se pusieron a entrenar a las órdenes Orestis Angelidis. Tres días después, Korfas debutó contra el Iraklís en un amistoso. El PAOK ganó por 86-74 con 11 puntos de John, que causó muy buena impresión. 

En su primera liga, fue ya el base titular del equipo. Era el cerebro del grupo y pronto se convirtió en un experto lanzador de triples. El hombre saltaba agarrando la pelota con las dos manos, pero inmediatamente se la acomodaba en la derecha para, en suspensión, dejarla arriba del todo. 


Andy Kladis, que era el que venía como figura, no cumplió con las expectativas creadas. El éxito de Korfas lo eclipsó totalmente. Nadie se acuerda hoy del pobre Kladis.

El PAOK crecía poco a poco, aunque siempre a la sombra del Aris, que vivía su mejor momento. En Europa, no consiguió pasar de las primera fase de la Copa Korac.


Varias fechas o hechos concretos marcan la carrera del jugador en Grecia. 

El primer hecho se produjo en febrero del 87. Korfas fue sancionado con 6 partidos por, según el acta, llamar "estúpido" (ηλίθιο) a uno de los árbitros en el partido contra el Olympiacós. Korfas alegó que todavía no sabía griego. Sigue siendo un misterio si lo dijo o no, pero el caso es que el árbitro lo escuchó a su espalda y, cuando se giró, allí estaba Korfas. Personalmente, creo que sí lo dijo puesto que lo primero que se aprende de un idioma, como todo el mundo sabe, son las palabrotas.

             

La afición del PAOK cada vez se sentía más identificada con él porque peleaba y se dejaba siempre la piel en el campo. Jugaba casi todos los minutos y era un espectáculo verle, puesto que saltaba mucho y metía canastas inverosímiles delante de los pívots.

Decepcionado por la sanción, Tintín recoge sus cosas y regresa a Estados Unidos. El PAOK recurre la sanción y en marzo Korfas queda absuelto de las acusaciones. Sin embargo, el mal ya estaba hecho porque, durante su ausencia, el PAOK había caído en la copa contra el Panellinios en la prórroga. Fue un palo gordo para la entidad, porque el Panellinios era un equipo de segunda división. 

 

Korfas no responde a la invitación de los administradores del PAOK para volver a Grecia y se desatan los rumores. ¿Realmente había regresado a Estados Unidos por la sanción o había algo más? Corrió el rumor que se debía a problemas personales ajenos al equipo. Incluso el presidente en persona viajó a buscarlo, pero él se volvió a negar. Las relaciones entre ambas partes se tensaron mucho, pero la presión de los aficionados iba en aumento.

La temporada terminó muy mal. A pesar de haber quedado segundo en la temporada regular tras el Aris, perdió en los play off contra el Panionios. En el PAOK siguen convencidos, todavía hoy, de que con Korfas todo hubiera ido distinto. Era el alma del equipo. Hay que hacer que vuelva a toda costa.

El presidente insistió mucho y finalmente consiguió que Korfas volviera. Además, contrató a Johny Newman. Posiblemente, un americano en el banquillo se entendería mejor con Korfas que cualquier otro. 

Sin embargo, no hubo suerte. En la Korac, el PAOK cae en la fase de grupos. En un partido accidentado contra el Estrella Roja, Korfas agrede a un contrario pegándole un puñetazo más propio de un boxeador que de un jugador de baloncesto.  


En Grecia se convirtió en uno de los mejores bases del campeonato. Su regularidad -metía entre 15 y 20 puntos por partido- unida a varios buenos fichajes, hizo que el equipo creciera. Aportaba ritmo, pase y lanzamiento exterior. Junto con Bane Prelevic, extraordinario lanzador, formaba un dúo temible.

Pero la liga se vuelve a perder y en la Korac vuelve a haber jaleo. El PAOK cae derrotado contra el Estrella Roja en el famoso partido en el que Newman abofeteó el colegiado italiano Grossi. El presidente Bezirtzís acabaría echando a Newman antes de acabar la temporada por culpa de su conflictivo carácter. 

En aquella época, el base debutó con la Selección en partidos de preparación para el siguiente mundial. 

Sería convocado para el Campeonato de Europa de Zagreb, pero Francia presentó una reclamación y se quedó sin poder jugar. Defectos de forma y problemas de papeles le impidieron participar en el campeonato. Las nacionalizaciones extrañas de los 80 en Grecia otra vez…

Y no sólo eso, claro. La reclamación también afectaría al club que le pagaba. Un fallo garrafal de la junta del PAOK, que debería haberse informado antes de traerlo a Europa. Eran otras épocas, ya se sabe.

En el Eurobasket de 1989, Grecia consiguió una plata que supo a oro, puesto que ganó a la URSS de Sabonis y sólo perdió contra la todopoderosa Yugoslavia de Petrovic, Kukoc, Radja y compañía. El pobre Korfas siguió todo el torneo desde y el banquillo y ya no jugó nunca más con la Selección. Sólo vistió la zamarra nacional en 6 ocasiones, todas en partidos amistosos. 

Por si fuera poco, le prohibieron jugar en competiciones europeas durante 3 años. Terrible. Se perdería la Recopa de 1991 ganada -robada- al CAI Zaragoza en Ginebra y muchas otras cosas.

Otro jugador a lo mejor se hubiera dado por vencido y se hubiera hundido, pero él era mentalmente fuerte y se rehizo.




En la temporada 1990-91 el PAOK ganó la Recopa de Europa en Ginebra contra el CAI Zaragoza, pero Korfas todavía no puede jugar. ¡Imaginaos cómo debía sentirse el desdichado!

En Grecia consigue una media de 16,3 puntos y buena parte de culpa la tiene su mejora en los tiros libres. Se convierte en uno de los más fiables de la liga con porcentajes superiores al 90%. Pero el PAOK vuelve a caer en la final.

En el quinto partido contra el Aris en el que los amarillos vencieron con un triple de Giannakis, Korfas hace una de sus mejores actuaciones de siempre, anotando 28 puntos con un 6 de 7 en triples. No fue suficiente tampoco esta vez.

En la temporada 1991-92, Korfas sigue jugando sólo las competiciones domésticas. El PAOK, por finconsigue el título de liga. En Europa vuelve a llegar a la final de la Recopa, pero él sigue sin jugar. En Nantes se escapa el título con aquel regalo de Fasoulas y la canasta de Ricky Brown


Tres posibles finales, contando la del Europeo del 89, pero ninguna disputada. 

En la temporada 1992-93, John reaparece en Europa y sin ocupar plaza de extranjero. La temporada va de cine, pero al final todo se viene abajo. En la Euroliga, el PAOK pierde la semifinal contra la Benneton de Kukoc en El Pireo. Una oportunidad única desaprovechada. Empiezan los malos rollos nada más terminar.

A partir del minuto 1:40 tirando tiros libres. Tercer y cuarto puesto de la Euroliga contra el Madrid.


Después, para más inri,  el PAOK queda fuera del play off final de la liga. 

En la temporada 1993-94 Korfas consigue levantar su primer título europeo. Cae la Copa Korac ganando al Steffanel Trieste a doble partido. Y esta vez con él de titular.


Un vídeo buenísimo del partido de vuelta. Dos equipazos con jugadores de la talla de Fucka, Bodiroga, Walter Berry, Gentile, Prelevic, Savic… 


El quinteto del PAOK se lo saben los griegos de memoria. Los jugadores del banquillo juegan pocos minutos, siguiendo un poco la idea de sus vecinos de Salónica. 

Korfas - Prelevic:


En la temporada 1994-95 consigue ganar la Copa de Grecia  en Lamía, con un extraordinario Prelevic. Sin embargo, en la liga tropieza contra el Iraklís en el play off por el tercer puesto y queda fuera de la Euroliga. Es el fin de una época.

Levantando la Copa de Grecia.

John Korfas cambia de equipo y se va gratis al final de la temporada. Cree que merece un mejor trato en cuanto a lo económico y no renueva. Algo así como lo que pasó con Nikos Galis en el Aris. La mala gestión lleva a estos equipos a deshacerse en cuestión de meses. Así, cierra su ciclo más exitoso con el PAOK.

Tintín firma con el Panathinaikós, que es una de las fuerzas que emergen gracias a la familia Giannakopoulos. Sin embargo, el equipo que domina la competición doméstica es el Olympiacós.

Con todo, para Korfas el cambio no puede ser más provechoso, porque consigue ganar la Euroliga de 1996, aquella del tapón de Vrankovic a Montero en París. Poco después, al título europeo se le suma la victoria en la Copa de Grecia.

En el PAO el 10 lo llevaba Giannakis.

Con los verdes ganará también la Copa Intercontinental, competición que sería sustituida por el Open McDonalds y que no volvería a disputarse hasta 2013.

Después del PAO, jugó una temporada en el Iraklio de Creta. En la temporada 1998-99, con 36 años, firmó por el Marousi, donde jugaría hasta el año 2000. Su último club como jugador sería el Papagou de Atenas, al que entrena a la vez que juega (jugador-entrenador).

Ocho años más tarde y tras una temporada horrible, Korfas firma como entrenador del PAOK para los dos últimos meses de la temporada. Su carrera como entrenador no fue nada exitosa. Entre 2008 y 2010 estuvo entrenando al Apollon Kalamariás de Salónica, un equipo de barrio de la ciudad.

Cifras:

Desde 1986, que fue cuando se concibió la liga Alfa 1:

- Partidos jugados: 361 (está entre los 20 primeros).
- Puntos anotados: 4.534 (séptimo de toda la historia).
- Asistencias: 1.060 (cuarto de toda la historia).
- Fue tres temporadas seguidas el que tuvo mejor porcentaje en tiros libres con más del 90% entre 1988 y 1991.
- Fue el máximo asistente tres temporadas consecutivas, entre 1989 y 1992. 
- Entre 1989 y 1992 ganó tres veces el premio TENDEX, que valoraba en función de balones recuperados, asistencias y pérdidas.
- En 1989 fue el mejor triplista de la liga. 

Títulos:


Con el PAOK:

- Liga 1991-1992.
- Tercer puesto en la Euroliga de 1993.
- Kopa Korac 1994.
- Copa de Grecia 1995.
- Tercer puesto en la Euroliga de 1993.

No disputó ni la Recopa de 1991 que ganó el PAOK ni la Recopa de 1992 que perdió.

Con el Panathinaikós:
- Campeón de Europa 1996.
- Copa de Grecia 1996.
- Copa Intercontinental 1996.

Como jugador:

1986-1995: PAOK
1995-1997 Panathinaikós
1997-1998 Irakleo
1998-2000 Marousi
2001-2001 Papagou

1988-1989 Selección nacional (sólo disputó 6 partidos amistosos).

Como entrenador:

2000-2001 Papagou
2007-2008 PAOK
2008-2009 Kalamariá

John Korfas fue elegido director técnico de un programa de formación de jóvenes jugadores que realizan los Cleveland Cavaliers en Grecia.  

John Korfas hoy.

Algunos lo colocan en el mejor quinteto de la historia del PAOK.