viernes, 22 de abril de 2011

El Sargento de Hierro II

(parte II: títulos y controversias)


La cantidad de títulos del gran coach griego es considerable. En total fueron 18, repartidos de la siguiente manera:

-12 ligas: 8 con el Aris (1979, 1983, 1985, 1986, 1987, 1988, 1989, 1990) de las 12 que posee el club, y 4 con el Olimpiacós (1993, 1994, 1995, 1996), de las 9 que tiene. Una pasada.


-6 Copas de Grecia: 5 con el Aris (1985, 1987, 1988, 1989, 1990) de las 8 que posee el club,  y 1 con el Olimpiacós (1994).

    

Con el Aris consiguió 5 dobletes y condujo al equipo tres temporadas hasta la Final Four. Ninguna de las tres veces consiguió llegar a la final.

Una de las broncas del Sargento. Suelta un montón de tacos reproducibles. 


Con el Olimpiacós consiguió el doblete en la temporada 93-94. Además, ese año llegó a la final de la Euroliga. Al año siguiente volvió a ganar la liga y llevó al equipo a su segunda final consecutiva de la Euroliga. Tampoco hubo suerte. En la temporada 96-97, con Ioannidis ya fuera del banquillo, Ivkovic logró el triplete.


Comentamos en el post anterior su marcha del Olimpiacós, que se produjo en verano fruto de los contínuos encontronazos con el presidente Kókkalis. Aquí encontramos una encuesta hecha en la televisión sobre si Ioannidis debe marcharse o no del Olimpiacós.


Consiguió el subcampeonato de la liga en tres ocasiones (Aris 1984, Olimpiacós 1992 y AEK 1997) y de la Copa en dos (Aris 1984 y AEK 1998)

La lacra de su carrera será la de no haber conseguido ningún título europeo pese a haber disputado 6 veces la Final Four. Sin duda, “una injusticia histórica“.

Aleccionando a Tomic.

Las tres finales a las que llegó acabaron en derrota: en 1994 y 1995 con el Olimpiacós y en 1998 con el AEK. No hubo manera. 

En la final de Tel Aviv cayó ante la Penya de Obradovic con aquel triple de Corney Thompson, en Zaragoza cayó ante el Madrid de Sabonis y en Barcelona, con el AEK, perdió contra la Kinder de Messina.


Aíto García Reneses y Giannis Ioannidis, dos hombres “marcados” por las Final Fours perdidas. 


Precisamente, una de las victorias más importantes de su carrera fue en el Palau Blaugrana contra Aíto. Aquí vemos el minuto final del partido. Ioannidis en estado puro. Se saca la chaqueta, se acerca a la mesa, se la vuelve a poner...


Como entrenador de la selección griega, dirigió 63 encuentros, con balance de 46 victorias y 17 derrotas. Fue un “entrenador de club”. Estuvo pocos años en la selección y no consiguió el éxito esperado. 


Eso sí, el bloque y la manera de jugar de la selección griega de baloncesto que ganó el europeo del 87 y que consiguió la plata en el 89 los había creado él. 

Dirigió al AEK de Atenas desde el 96 hasta el 98. Ha sido en único club con el que no ha ganado nada. Sin embargo, lo volvió a colocar en el lugar que por historia le correspondía. En su primera temporada logró el subcampeonato liguero y el año siguiente llegó a la final de la Euroliga con José Lasa, Prelevic, Kakiouzis y compañía. Dos temporadas después, con Ivkovic en el banquillo, el AEK ganaría la liga y la Copa Saporta.     


Alrededor de Ioannidis fueron creándose historias que acrecentaron el mito. Anécdotas que lo hacían, unas veces más humano y otras más mítico.


Su chaqueta se hizo famosa. No había partido en que no se la quitase o la tirase al suelo fruto de algún cabreo. En un partido de liga de la temporada 91-92 se la quitó para dársela a un árbitro en medio del partido, indignado ante lo que él consideró un robo en toda regla. 

La chaqueta.

Dicen que solía sentarse en el mismo asiento del autobús por superstición.

Prohibió a sus jugadores que luciesen el número 13 en la camiseta. Además, no podía ver gatos negros ni pasar por debajo de escaleras abiertas. 


Fumador a pie de pista, presionaba a la mesa y entraba en el campo siempre para protestar, lo que le costó, a lo largo de su carrera, un sinfín de técnicas.

En la mesa peleándose con dos jugadores del PAO.


Nunca dejó indiferente a sus jugadores. Algunos acabaron odiándolo y otros amándolo. 

Ioannidis en Treviso le lanza una botella de agua a Giorgos Sigalas, que lo mira con cara de pocos amigos. Fasoulas alucina.


Quería ser el protagonista de la película. Los primeros espadas acababan hartándose de él y lo mandaban a freír espárragos. 


Alexander Volkov nunca habla bien de Ioannidis. Dice que metía tanta presión a los jugadores que no había momentos de relajación ni en los entrenos. Ningún jugador puede aguantar eso. Volkov dice que si pudiera volver atrás en el tiempo, nunca ficharía con él de entrenador. Con él en la banda, no disfrutaba del deporte. Así de claro.

Michalis Kakouzis “sufrió” también a Ioannidis, tanto en el AEK como en la Selección. En su libro comenta sobre él algunos detalles que nos pueden ayudar a desgranar su personalidad. 

“No puedes presionar a Ioannidis por ninguna parte. Si es de día, él te convencerá que es de noche. Cuando le dan sus neuras será insoportable, haciendo que te salga humo de la cabeza.”

Provocando a los aficionados del PAO.

Entusiasta, profundamente religioso, simple, humano. Pero también egoísta, ofensivo, de ideas fijas, totalitario. Siempre encontraba la manera de poner nerviosos a sus compañeros de partida de tabli para luego ganarlos.

   

No le gustaba perder. Cuando se peleó con Galis y con Michailidis -presidente del Aris- tardó poco en fichar por el Olimpiacós, al que también hizo grande. Demostró que sus triunfos no habían sido casualidad.

Peregrino de Agios Oros, donde hizo jugosas donaciones, incluida la del finiquito que le dio el Olimpiacós, era un hombre que nadaba contra corriente. También en política.

En los últimos años, Ioannidis ha vuelto a la palestra. 

Lázaros Papadopoulos, presidente de la Asociación de Jugadores, le ha acusado de explotar el baloncesto para hacer política y traer la corrupción. 


Lázaros también le ha acusado de falsificar ciudadanías griegas. De todos es conocida la extrañeza que nos provocaba el ver tantos jugadores de ascendencia eslava jugando en equipos griegos en los 80. Todo era muy sospechoso. Pero al parecer nadie investigó.

En su época de entrenador, fue el primero en hacerlo. Parece que ahora sale todo a la luz, ¡treinta años después!

Concluyo con un post de José Luis Galilea, ex del Barça, en el que nos habla de un partido de veteranos.




Excelente homenaje de algún aficionado de Olympiacós.


 

lunes, 18 de abril de 2011

El Sargento de Hierro I.

(parte I: trayectoria profesional)


Sobre Giannis Ioannidis se podrían llenar páginas y más páginas acerca de su personalidad, sus fobias, sus manías, su carácter y sus problemas. No dejaba indiferente a nadie. En él no había tibiezas ni término medio. O conmigo o contra mí. 

Hombre de mirada desafiante y ceño fruncido, a veces parecía cabreado con el mundo. No son pocos los jugadores que hablan mal de él y de su comportamiento. Exagerado en todo, se enfrentó a presidentes, jugadores, prensa y afición. Sus constantes salidas de tono y sus protestas a pie de pista lo hicieron conocido en toda Europa. Un cascarrabias del parquet que incomodaba y tenía acojonados a todos los árbitros de la liga.

De profundas creencias religiosas a pesar de maldecir en arameo cada dos por tres, su carácter era en sí mismo un choque de personalidades. Nervioso, protestón, sucio y malcarado, llegó a convertirse en el enemigo número uno de alguno de sus propios jugadores. Pero incluso sus neuras eran entrañables. 

Los que lo conocen dicen que pasaba de estados de euforia incontrolada a momentos de extraña y sorprendente tranquilidad. 

Sus métodos y actitudes casi paramilitares no ayudaban a mejorar su imagen. Sin embargo, Ioannidis era un hombre de raza, pasional, profesional, serio, trabajador y único. 

Su padre murió en la Guerra Civil y tuvo que criarse sin él, lo que marcó su carácter para siempre. Le hizo más duro. Maduró más deprisa. Se convirtió en el hombre de la casa y tuvo que asumir responsabilidades que por edad no le correspondían.

Cuando eligió el baloncesto en lugar del fútbol, ni siquiera tenía zapatillas para jugar y por ello se las tuvieron que prestar. En aquella época “sólo” existía el fútbol, pero él no tardó mucho en darse cuenta que lo suyo era el baloncesto.

Pasó por las categorías inferiores del Aris hasta llegar al primer equipo ¡con 15 años! Consiguió ganarse la confianza del entrenador y se convirtió en el base titular del equipo. 

Como jugador, vistió la camiseta del Aris 19 años, desde 1959 hasta 1977, no consiguiendo ningún título. La fiebre amarilla la llevaba dentro y la llevará toda su vida. Fue internacional con la selección helena desde 1965 hasta 1970 aunque en aquella época no se jugaban demasiados partidos. Participó en 17 anotando ¡sólo 8 puntos en total! Desde luego, era de todo menos un base anotador.

Sus compañeros fueron los primeros en sufrir su agrio carácter. Su fuerte personalidad le hacía ser ya, pese a su corta edad, la prolongación del entrenador Anestis Petalidis en la pista. 

Cuentan que un día uno de los veteranos le dijo lo que debía hacer en una jugada pero Ioannidis respondió de mala manera: “yo no hago lo que no me gusta”. Algo veía Petalidis en aquel jugador, porque no lo castigaba pese a sus desplantes. 

En el año 76, Petalidis aconsejó a Ioannidis que se hiciera entrenador. Dos temporadas después tomó la decisión de hacerse entrenador. El primer equipo que dirigió, aunque durante muy poco tiempo, fue el Ergotelis

El Rubio con el Ergotelis en 1977.

En la temporada 1978-1979 se sentó en el banquillo del Aris por primera vez. 

El equipo de Salónica había quedado octavo la temporada 77-78 con Irakleos Klaglas en el banco. El Rubio ganó la liga siendo entrenador ¡con 23 años! Algo insólito e inaudito.

Temporada 1978-1979. Campeón de liga.

Dejó el equipo para trabajar para la federación durante un tiempo como técnico asistente. De 1979 a 1981 entrenó al Lárisa

En la temporada 1980-1981 compaginó el cargo de entrenador en Lárisa con el de seleccionador nacional. Su primer partido fue contra Hungría el 18 de octubre y acabó con victoria por 82-74.

Con Dusan Ivkovic, predecesor en el cargo.

En 1982 vuelve al Aris, donde entrenará hasta 1990. Sustituye a Ivkovic, que había declarado que con Nikos Galis el Aris no ganaría nunca nada. Ioannidis construirá un equipo ganador que marcará una época. Ganará ligas y copas. Hará conocido al Aris en Europa. Conseguirá ganar tres ligas seguidas sin perder un solo partido. ¡80 victorias seguidas!

Temporada 82-83.

Sólo cuando Nikos Galis dijo: “o él o yo”, lo echaron. Durante el verano de 1990, Ioannidis deja el Aris. Recibe una oferta del PAOK, pero la rechaza. 


Está un año sin entrenar hasta que recibe la llamada de Sokratis Kókkalis, futuro presidente del Olimpiacós, que lo convence para dirigir el timón de los del Pireo. El Rubio firma en 1991.

Su vuelta al Alexandrio con el Olimpiacós:


Volverá a saborear las mieles del triunfo. Consigue hacerse querer por los aficionados del Olimpiacós. Durante un partido de la temporada 91-92, regala su chaqueta a uno de los árbitros en señal de protesta por el arbitraje recibido contra el PAOK. También son conocidos sus problemas con el Panathinaikós. Por un lado, era un provocador nato, pero por otro, fue de los primeros en coger el micro y pedir a los aficionados que dejasen de tirar objetos a los jugadores. Dualidad.

Siguió ganado títulos y llevó al Olimpiacós a dos finales de la Copa de Europa

Con Sokratis Kókkalis.

Dimitió del cargo durante el verano de 1996 por discrepancias con el presidente Kókkalis. Al parecer, hubo una pelea muy fuerte entre ambos después de una derrota contra el Madrid en la capital de España, que precipitó los acontecimientos. Poco antes de empezar la liga y para sorpresa de todos, Ioannidis presentó su dimisión. La rueda de prensa fue emitida por televisión..


Al año siguiente, el Olimpiacós ganó la Copa de Europa sin él. Estaba gafado.

Fichó por el AEK de Atenas, al que dirigió desde 1996 hasta 1999.

No dejó de tener problemas tampoco en el AEK, aunque consiguió llevarlo a la final de la Copa de Europa. Un milagro.

Perdió la Copa de Grecia en el Alexandrio contra el Aris después de un montón de problemas. Se quejó de los árbitros diciendo que “hasta los ciegos han visto lo que ha pasado”. Haciendo amigos.


Siguen los problemas derivados de su fuerte carácter, que le hacen enfrentarse de nuevo a los aficionados del PAO. Llegó a las manos con Fanis Christodoulou.

Poco después, dejó el AEK y volvió al Pireo la temporada siguiente, la 1999-2000.

La segunda experiencia con el Olimpiacós fue poco duradera. En el 2000, Kókkalis fichó a Ilías Zouros. Ioannidis denunció al club porque no quería pagarle el dinero que le debía.

Finalmente, recibió 1,2 millones de euros que donó a la comunidad de Agios Oros.

En 2001 vuelve a la selección, primero como técnico y luego como entrenador. En el Europeo de Suecia consigue la quinta plaza. En 2002 dirige nuevamente a la selección griega hasta el Eurobasket de 2003. Su último partido fue el 14/09/2003 contra Serbia y Montenegro, que acabó con victoria por 72-64.

Desde 2003, sus esfuerzos se centran en preparar su carrera política. ¿Por qué lo hiciste, bribón? Totalmente innecesario. Parte del prestigio conseguido, directamente tirado a la basura.

Durante el período de preparación para los JJOO de Atenas, decide presentarse candidato a las elecciones por Nueva Democracia. Fue elegido diputado La incompatibilidad de cargos le impediría volver a los banquillos. Muchos le acusaron de aprovechar su carrera deportiva para salir elegido.

Más tarde fue nombrado vicepresidente del Ministerio de Deportes.

El Ioannidis político.

martes, 5 de abril de 2011

3 de abril de 1997: el Aris gana la Copa Korac.



26 de marzo de 1997. Todo listo. Una cita con la historia. El baloncesto nos debe una. La generación de Galis ya pasó, pero sigue viva gracias al espíritu de su joven entrenador, Slobodan Subotic. ¿El sucesor natural de Ioannidis

Desde la Recopa de Europa ganada en 1993, el Aris parece haber desparecido del mapa. En liga no se pasa del quinto puesto y tanto en la Copa como en la Korac se cae a las primeras de cambio.

Partido a doble vuelta, lo que en principio facilita las cosas. El Alexandrio es mucho Alexandrio, claro. La liga y la Copa quedan aparcadas en el garaje. Hay que ir a por otro título europeo. Además, el rival es inferior. 

La vuelta en Turquía será casi imposible de no sacar un buen resultado en la ida. Más de 5000 descamisados llevarán al equipo en volandas, no hay dudas. Nunca fallan. Todo listo. 

Sorprendentemente,  en el momento de la verdad, los brazos se agarrotan, los turcos se crecen, los fallos se repiten, la desventaja aumenta, el público se pone nervioso... El marcador habla por sí solo: 66-77. Una tragedia griega con todas las letras. Y encima contra un equipo turco.


Como no podía ser de otra manera, hubo problemas de todo tipo.

Se estropeó el cronómetro y el partido empezó con una hora y cuarto de retraso. No se pudo arreglar. Reloj manual. Aquel partido duró más de tres horas y media y quizás influyó de manera negativa en los jugadores del Aris, que no pudieron jugar con ritmo.

Después de aquel palo, Subotic los reunió y les puso el vídeo varias veces. Shackelford se levantó y dijo que se iba porque no podía ver como perdían contra un equipo que no era mejor que el Aris. Mario Boni hizo lo mismo. Entre todos se conjuraron para la remontada dejando de lado los egoísmos y el juego individualista. 

3 de abril de 1997. 


Subotic y los suyos escriben una de las páginas más brillantes de la historia del club. Casi mejor ganar así. 

A Turquía a remontar una desventaja de 11 puntos. El peor escenario posible. La guerra.   

Pero los turcos, todavía más inexpertos que los griegos, no saben manejar la presión. 

Una de las finales más extrañas de la historia, no cabe duda. 

Los turcos pecaron también de exceso de confianza. El ambiente se les giró en contra. Ni los lanzamientos de objetos para intentar desestabilizar lograron frenar a un equipo que, esta vez sí, jugó como un grande. El pabellón era una fiesta desde el momento en el que saltaron los jugadores a la pista. Tres horas antes ya se había llenado. Los turcos daban la eliminatoria por ganada. 

En el campo había un ambiente de euforia peligroso. Les chafaron la fiesta. Los aficionados empezaron a tirar objetos antes de acabar y se tuvo que vaciar el campo. Pero la copa era amarilla. Nadie creía en la remontada pero la sed de venganza se veía en la cara de los jugadores. Un periódico de Salónica titulaba: “Venid con la copa o no volváis”. La derrota en el Alexandrio había afectado mucho a la gente, sin duda.

La copa estaba iluminada y cubierta por un plástico. En la cuidad se vivía un sentimiento nacionalista especial, porque además el día anterior había jugado la selección de fútbol contra los Países Bajos. Las calles estaban engalanadas con banderas nacionales.  


Algunos ya habían dado la copa por perdida.

Subotic ayudó mucho e hizo creer a los jugadores que podían conseguirlo.

La presión en aquella final era exagerada, primero para unos y luego para los otros. 

Segundo título europeo y encima ganado contra otro equipo turco. El primero había sido a partido único contra el Efes Pilsen en 1993.


La victoria se celebró en toda Grecia por haberse producido contra los turcos. Los aficionados salieron a la calle con sus camisetas amarillas. 

El aeropuerto se llenó de fans que saltaron a la pista de aterrizaje. El avión se movía porque era empujado por los aficionados. Los viajeros no podían bajar. Tardaron media hora en salir del avión una vez que este se había parado, y después se tardó una hora en recorrer 30 metros hasta el bus.

4 horas desde el aeropuerto hasta la Torre Blanca, lugar de celebración.

Fue el primer título de Subotic como entrenador. Como jugador, no había podido conseguir la copa del año 93 en Turín, porque no podía jugar al ser nacionalizado -jugaron los americanos del equipo en su lugar-. 

El camino a la final:

1st ROUND - PRELIMINARY

02/10/96, USK Prague - ARIS : 88-90 (44-49)
02/10/96, Satex Maribor - ARIS : 70-75 (35-41)
16/10/96, ARIS - BC Olimpija Osijek : 74-67 (33-37)
06/11/96, ARIS - USK Prague : 77-65 (42-47)
13/11/96, ARIS - Satex Maribor : 77-55 (48-32)
20/11/96, BC Olimpija Osijek - ARIS : 71-74 (37-40)

2nd ROUND - 16 QUALIFY

04/12/96, Besiktas Istanbul - ARIS : 64-65 (37-31)

11/12/96, ARIS - Besiktas Istanbul : el partido se interrumpe en el minuto 18'21" antes del final, cuando el marcador estaba en 40-31 para el Aris. Se jugó un nuevo partido en Atenas el 07/01/97, sin espectadores. El primer choque contra un equipo turco no podía empezar más accidentado. 


En el nuevo partido jugado en Atenas:

07/01/97, ARIS - Besiktas Istanbul : 77-64 (43-29)

3rd ROUND - 8 QUALIFY

15/01/97, ARIS - KK Beobanka Belgrade : 82-68 (43-37)
22/01/97, KK Beobanka Belgrade - ARIS : 70-61 (33-23)

QUARTER - FINALS

12/02/97, ARIS - Peristeri Athens : 75-65 (40-36)
19/02/97, Peristeri Athens - ARIS : 71-64 (43-28)

SEMI - FINALS

05/03/97, ARIS - Benetton Treviso : 77-73 (44-40).

[Ortiz 26, Liadelis 16, Stavrakopoulos, Sioutis 11, Floros, Nahar 5, Angelidis, Holopoulos, Shackleford 10, Boni 9]

12/03/97, Benetton Treviso - ARIS : 87-86 in overtime (72-68 regular match, /29-42).

[Ortiz 17, Liadelis 13, Stavrakopoulos, Sioutis 8, Floros 1, Nahar, Angelidis, Holopoulos 1, Shackleford 21, Boni 25]

Había sido la final anticipada. El Aris consiguió eliminar a la Benetton dirigida desde el banquillo por Mike D´Antoni. Tras la victoria, todos daban por favorito al Aris e incluso creían que la final iba a ser un paseo militar.

Partido de vuelta de la semifinal contra la Benetton.

http://www.mefeedia.com/watch/23598904


FINALS.

26/03/97, ARIS - Tofas Bursa : 66-77 (27-38).

[Ortiz 19, Liadelis 11, Stavrakopoulos, Sioutis 3, Floros, Nahar 1, Angelidis 8, Holopoulos 2, Shackleford 6, Boni 16]

Final partido de ida.


En teoría, desde aquí se puede descargar entero.

http://www.allsports-tv.com/t5139-copa-korac-1996-1997-final-j1-aris-salonica-tofas-bursa 

03/04/97, Tofas Bursa - ARIS : 70-88 (34-37).

[Ortiz 25, Liadelis 15, Stavrakopoulos 5, Sioutis 12, Nahar, Angelidis 6, Shackleford 5, Papadatos, Floros, Boni 20]

Partido de vuelta en Turquía.



http://www.youtube.com/watch?v=ZYjJPW8GsIw&feature=related 


Celebración de la gente.

http://www.youtube.com/watch?v=kBmQAE8SJIg