miércoles, 30 de marzo de 2011

24 de enero de 1981, parte 2: descifrando el papiro.


No me podía resistir. He imprimido el acta y me he puesto a trabajar. 

Como nota curiosa os diré que la manera de escribir el griego hace 30 años era ligeramente distinta a la actual. Menos mal que me ha ayudado mi mujer porque empezaba a volverme loco. La manera de escribir es manifiestamente mejorable. Quiero pensar que el acta se hizo deprisa, corriendo y bajo presión. No hay faltas de ortografía per sí errores gramaticales. Se intenta utilizar un lenguaje "culto" pero uno se pierde en medio de tantas subordinadas que no vienen a cuento.
  
En el acta empiezan las impugnaciones del Ionikós que, como no caben, siguen en la parte de atrás. No he sido capaz -de momento- de descifrar la primera parte del papiro. Sin embargo, la parte de atrás es bastante más clara y viene a decir lo siguiente:

Impugnación del Ionikós.

El Ionikós expone y por ello impugna que en el minuto 3´25´´ de la prórroga la mesa de anotadores interrumpe el partido porque el banquillo del Aris la ha atacado y ha hecho salir de la misma a los comisarios. Se genera una pelea. Los jugadores del Ionikós se paran debido al pitido de la mesa, pero un jugador del Aris continúa jugando y mete una canasta, la cual da por válida en árbitro Tsokalidis.

(Dos firmas: del árbitro principal y del entrenador ó delegado del Ionikós)

Respuesta del árbitro. 

El partido continuaba normalmente cuando el jugador de Aris consiguió la canasta. No oímos ningún pitido ni yo, el primer árbitro, ni el segundo. Cuando me giré a la mesa para dar la canasta del jugador del Aris me di cuenta de que los miembros de la mesa pitaban. Cuando les pregunté qué querían me contestaron que el coach del Aris les molestaba en su trabajo. A continuación le pité una técnica al entrenador del Aris y el partido continuó normalmente, concediendo un tiro libre en contra el Aris más saque de centro del campo para el Ionikós como otorga la regulación.

(Cuatro firmas: las dos anteriores e imagino que de gente de la mesa)

Nuevamente el árbitro.

Después del final del partido el entrenador de Ionikós, señor Anastasatos, se dirigió a mí muy alterado diciendo: “Marchaos, vendidos”. Con esta postura el señor Anastasatos puso a toda la gente en contra nuestra y como consecuencia de ello debimos abandonar el campo y entrar en el vestuario protegidos por las fuerzas de orden público.

(Firma del árbitro P. Tsolakidis)

24 de enero de 1981: Giannakis 73 - Galis 62.


Acta del partido.

(Una vez leído el siguiente artículo publicado por el periodista deportivo Vasilis Skoundis en su blog, no puedo hacer otra cosa que hacéroslo llegar “a mi manera”.)

El 24 de enero de 1981, en Nicea, ciudad cerca del Pireo, se produjo el último duelo de pistoleros del siglo XX.

El sistema de competición había impedido el enfrentamiento directo entre las dos estrellas. En la temporada 79-80 la liga se dividía en dos divisiones para al final cruzarse los mejores. Pero no había habido suerte.

Sin embargo, antes del duelo ya se conocían. Ambos habían coincidido en la selección durante el torneo preolímpico de Vevey, en Suiza. Había sido el debut de Nikos Galis con la selección helena, mientras que Giannakis ya llevaba jugando en ella desde los 17 años. Me gustaría saber cómo fue ese primer encuentro, pero creo que Galis ni siquiera sabía hablar griego así que se dirigían a él en inglés, como a los pistoleros.

En aquel partido del año 81 se enfrentaban el máximo anotador de la temporada anterior, Panagiotis Giannakis, y el que lo sería esa misma y las posteriores, Nikos Galis.

Giannakis era el líder del Ionikós Niceas, en el que llevaba jugando desde 1976, y Galis, que había llegado a la liga hacía una temporada, era la fuerza emergente. Haris Papageorgiou le había cedido los trastos de matar en el Aris. Era el nuevo referente.

La primera temporada de Galis, la 79-80, había sido espectacular, aunque sus problemas de adaptación eran evidentes. Su eclosión causó furor en la liga y todo el mundo hablaba de él. Sin embargo, el Panathinaikós se había llevado la liga aquella temporada. El Aris de Galis no haría click hasta la llegada de Giannakis.

Los mayores éxitos del Ionikós habían sido los de clasificarse para la Copa Korac un par de temporadas, aunque en una de las mismas fue expulsado por actitud violenta de los aficionados -hay cosas que nunca cambian-.


Acta del partido por la parte de atrás.
Anotación de todos los incidentes.

El Aris venía de jugar dos partidos fuera de casa, uno contra el Olimpiacós y otro contra el AEK. Ambos acabaron con derrota (90-89 y 106-105). Antiguamente se realizaban en Grecia “giras a la americana“. Los equipos de Salónica bajaban a Atenas y jugaban varios partidos contra equipos de allí y así se ahorraban los engorrosos viajes.

Las grandes expectativas provocaron que se agotasen las entradas, cosa que raras veces se producía. Los periódicos hablaban de Galis como "el nuevo Mesías del baloncesto" y la gente de Atenas y del Pireo se movían a ver, no al Aris, sinó a Nikos Galis. Como si supieran que ese jugador iba a marcar una época.

A pesar de no ser un equipo de los punteros, las dos derrotas seguidas en partidos jugados al límite hacían pensar que el Ionikós podía ganar. Mientras el Aris luchaba por la liga, el Ionikós peleaba codo con codo con el Panionios y con el BAO para no bajar.

Las actuaciones de Galis en aquellos dos partidos previos habían sido sobresalientes, anotando en menos de 24 horas un total de 84 puntos (28+56). La noticia se había corrido como la pólvora.

El partido empezó a las seis de la tarde del sábado 24 de enero de 1981. Desde el primer minuto empezaron los disparos. En un toma y daca trepidante ambos tiradores no dejaban de anotar. Ahora yo, ahora tú, ahora te la meto, ahota te la devuelvo, ahora tiro desde cuatro metros, ahora penetro, etc…

El ambiente estaba muy caldeado y se produjeron técnicas, parones varios e intromisiones diversas. El pabellón debía ser un escándalo. Imagino que el caos en medio de tanto ruido y de tanto fuego cruzado debía ser inenarrable.

Mientras tanto, los pistoleros seguían a lo suyo, superando no sólo la lógica sinó también la fantasía.

El Ionikós se va al descanso por delante 53-51. En este período y en un intervalo de unos 6 minutos sólo tiran ellos dos. Es decir, prácticamente un uno contra uno en todo el campo con ocho espectadores de lujo en camiseta. En este intervalo el tanteo fue de Galis 14 - Giannakis 14. De estar 26-17 el partido pasó a un 40-31. Un hecho bastante insólito, creo yo.

Para acábarlo de arreglar, el partido acaba con empate a 101, con lo que los pistoleros podrán seguir gastando munición en la prórroga.

En la prórroga y después de dos tiros libres anotados, el Aris de Dusan Ivkovic se lleva el partido por 113-114. Un partido épico e histórico donde los haya.

Podemos decir que fue un embite con dos resultados: 113-114 y 73-62.

Giannakis metió 34 en el primer tiempo, 31 en el segundo y ocho en la prórroga, mientras que Galis anotó 37+32+3. Recordemos que no había triples en aquella época. Desconozco la posibilidad de poder encontrar el número de lanzamientos que hicieron entre los dos, pero debía ser exagerado.

Resumen de anotadores.

Ionikós: Νυδριώτης 12, Αλεξανδρίδης 10, Μπεζαντάκος 2, Κατσαφάδος, Πετρίδης 2, Γιαννάκης 73, Γουργιώτης 14, Μπολάτογλου, Λάζαρης, Μίσσας.

Entrenador: Kostas Anastasatos.

Aris: Σκόνδρας 8, Γκάλης 62, Παραμανίδης 14, Ανανιάδης 2, Ρωμανίδης 5, Στυλιανού 21, Τσαχτάνης, Βαμβακούδης 2, Νάστος, Οικονόμου.

Entrenador: Dusan Ivkovic.

Los 73 puntos de Giannakis son la segunda mejor marca anotadora en la liga, sólo superada por Aristeidi Moumoglou en un partido del año 1972. Superó los 71 puntos que tenía Papasxou Tsantali desde 1971. Los 62 de Galis es la cuarta mejor marca.

Aquella temporada Galis se salió, anotando nada menos que 1.143 puntos, contra los 773 de Giannakis y los 670 de Manthos Katsloulis del Paok. Fue la primera de la once veces en las que sería máximo anotador de la liga. Giannakis, que como dijimos había sido el máximo anotador la temporada 79-80, sería el segundo en la 80-81 y en la 83-84.




Nota: Nikos Galis y Panagiotis Giannakis serán elementos recurrentes en este blog y les dedicaremos más posts en el futuro.

sábado, 26 de marzo de 2011

En tierra extraña.



Pues como un amigo de la infancia me dijo que se quería venir a Salónica, estuve mirando fechas. Como éstas eran variables, el único que requisito que me pidió era poder ver un partido del Aris de baloncesto durante su estancia. 

Me puse a mirar el calendario y, tras comprobar que jugaba el Panathinaikós en 9 de marzo, le propongo esa fecha. Queda hecha la reserva del vuelo. Desgraciadamente, la situación del club es bastante mala. Debido a las constantes derrotas y a los problemas con el entrenador, la gente ha dejado de asistir al Alexandrio. Pero ver a Diamantidis y compañía siempre apetece.

No contábamos con los posibles cambios de calendario. Nuestro gozo en un pozo. Pocas semanas antes del partido y después de comprobarlo en diferentes webs, vemos que ha cambiado de fecha. El partido será la semana siguiente. Como mal menor podríamos ir al fútbol e incluso al básket si es que no juega muy lejos de la ciudad. Estamos gafados: tanto en fútbol como en baloncesto el partido es fuera de casa y bastante lejos. 

Por suerte, estamos en la segunda ciudad de Grecia y hay otros equipos. Miro el calendario y me doy cuenta de que juega el Olimpiakós contra el PAOK aquí. La cosa está clara. Sólo me preocupa que pueda haber problemas de violencia o de falta de entradas. Cada vez que juega el Olimpiakós en Salónica hay pelea. Y no es plan de que te lancen bombas de humo a pesar de que tiene su aquel…

Como sé que el jefe de mi academia es muy fanático del Olimpiakós e incluso ha estado en alguna Final Four, le pregunto si sabe dónde está el campo. Evidentemente, nunca hasta ahora había pisado territorio enemigo. También le pregunto si va a haber entradas. Sorprendentemente, me dice que me las puede conseguir. Su padrino de boda conoce a Ivkovic, el entrenador de Olimpiakós. Cuando viene a la ciudad, el hombre se pasa por el hotel de concentración como quien no quiere la cosa y le saca siempre unas cuantas invitaciones. Dicho y hecho. 

El día del partido pasamos a buscar las invitaciones VIP por la academia y vamos al campo. Sigo las indicaciones al pie de la letra y llego al pabellón casi una hora antes del partido. Hay muy poco ambiente. El PAOK Sports Arena está en las afueras de la ciudad y, aunque el acceso es fácil, no es lo mismo que el Alexandrio, al que mucha gente va a pie por encontrarse en el mismo huevo de Salónica. Localizamos puerta de entrada para los VIP y para allá que nos vamos. Un tipejo que se debe creer que andamos perdidos, nos indica que por aquella puerta sólo entran los VIP. Sacamos nuestras entradas y pasamos “con la élite”. Vamos directos al bar, aunque antes nos hacemos alguna foto con los murales que hay en el túnel de entrada. Ahí están Korfas, Fasoulas, Stojakovic, Prelevic, Rentzias, etc… 


El bar es grande y está lleno de policías y abuelos. Supongo yo que serían directivos o enchufados que consiguen las entradas gratis. Están mirando el fútbol en la tele, porque juega el PAOK a la misma hora. ¿A quién se le ocurre ponerlos a la misma hora y en la misma ciudad?

El pabellón es grande y, al estar vacío, parece todavía más. Hay policías sentados y alguna pancarta. Cogemos nuestro frappé y tomamos asiento cerca de los policías. Al ser invitaciones del Olimpiakós, nuestros asientos están cerca de la policía. Por suerte, hay muy poco ambiente y no hay nadie que apoye al rival.


Empieza el partido y seguimos estando en familia. Es una pena. Cazo una conversación al respecto en la que el señor que tengo detrás comenta que las entradas del fútbol cuestan 10 euros y las del básket 15. Y encima los han puesto a la misma hora. 

Desde luego, no se nota “el calor humano”. En el Alexandrio es otra cosa. Lo bueno que tiene es que estamos bastante cerca y prácticamente podemos oír lo que dicen. Es un entrenamiento con público. El partido acabará 49-77 si no recuerdo mal.

Nosotros nos ponemos a seguir las evoluciones de Milos Teodosic. Papaloukás y Bouroussis se quedaron en Atenas por lesión o precaución ante los futuros partidos de Euroliga. Spanoulis y Teodosic marcan la diferencia junto con Nielsen. El Olimpiakós juega al paso y el PAOK hace lo que puede. No conozco a nadie del PAOK. Uno de los que juegan -Dedas- había jugado en el Cáceres de la Leb. Sólo Marshall, que lleva más de una temporada, es algo conocido. 


Teodosic es un jugador especial. Verlo hacer la rueda pasando absolutamente de todo es francamente divertido. Se acerca al banquillo y se come una chocolatina mientras los otros siguen sudando. Luego coge una toalla y empieza a secarse el sudor de la cabeza rascándose como si tuviese todos los piojos de la tierra.

Debe ser que le gusta ir despeinado. 



En los tiempos muertos no hace otra cosa que mirar a la grada. A Ivkovic lo debe tener muy visto. Comenta alguna cosa con algún compañero aunque dudo que tenga que ver con el partido. La pachanga termina sin incidencias reseñables. Papanikolau, ex del Aris, fue objeto de las iras del poco público que había en el pabellón y los escasos treinta vándalos que animaban en el fondo tiraron algunos objetos antes de que se marchasen a los vestuarios los jugadores. Por el PAOK lo único a resaltar es que jugó un chaval de 15 años. No tocó bola. Creo que conté ocho o nueve jugadores seniors en el equipo de casa. No hay dinero para más.


Desde luego, con la cantidad de grandes jugadores y entrenadores que han pasado por allí… Sin ir más lejos, Ivkovic hizo campeón al PAOK en la temporada 91-92. Es la única liga que tienen en color porque la otra es del año 59. Y además de él, muchas más figuras del baloncesto europeo como Zvi Sherf, Petar Skansi, Sakota, Politis, etc… 

Pero ya hablaremos más veces del enemigo en otros posts.  

Esto fue lo que dio de sí mi primera incursión al PAOK Sports Arena. Me hubiera gustado ver un partido peleado pero no se puede tener todo. Por lo menos, vimos al subcampeón de Europa en acción.

domingo, 20 de marzo de 2011

La victoria más amarga II.


  Bob McAdoo, palabras mayores.

El sistema de competición de aquella temporada en la Copa de Europa está muy bien explicado aquí:


Los finalistas de la competición saldrían de una liguilla de seis equipos. El primero y el segundo de la misma jugarían una final en campo neutral. El formato de la competición hacía que el equipo que hiciera de su casa un fortín, tuviera posibilidades. El Aris se las prometía muy felices teniendo en cuenta este factor cancha. Pero para llegar a la liguilla había que ganar al Tracer en el cruce.

El partido de ida se puede encontrar completo en Youtube. Sentaos a disfrutar del mejor partido de la historia del Aris de Salónica. Un Nikos Galis pletórico se fue hasta los 44 puntos y dirigió magistralmente al equipo. Y es que cuando Nikos cogía velocidad de crucero era imparable…

30 de octubre de 1986.

Pongo sólo enlace al primer Youtube del partido, que te conduce a los demás.


Aquí se puede descargar completo:


Después de lo ocurrido en la ida, nadie podía esperar lo que sucedió en la vuelta, sólo una semana después. El Tracer culminó la mayor remontada de la historia de la competición y, quién sabe, si de la historia. 

Dan Petterson.

Galis sobre el partido comentó que “casi no pasábamos de medio campo”

He conseguido el segundo tiempo del partido. El Aris pierde de 14 al descanso. Nada hacía suponer lo que sucedería media hora más tarde.

6 de noviembre de 1986.

http://www.youtube.com/watch?v=ViX-9aUeK28&feature=related 
(nota: el que lo ha colgado ha equivocado el pie)

De un 98-67 en la ida se pasa a un 83-49 y el Aris queda fuera. El Tracer, después de aquello, siguió superando obstáculos y acabó ganando la competición contra el Maccabi de Tel Aviv. Pero de aquella Copa de Europa todo el mundo recuerda aquel enfrentamiento. El Aris aprendió de sus errores, mantuvo el grupo, y entró en Final Four los años posteriores, aunque eso es otra historia.


Aquí un breve resumen de lo que pasó.


Un excelente post sobre el histórico enfrentamiento del periodista Vladimir Stankovic en la página de la Euroliga.


Galis siempre dice que el partido de Milán es el partido que hubiera querido volver a jugar. Y es que por muchos años que pasen, hay algunas heridas que no cierran.

Los campeones de Europa.

Al año siguiente volvieron a verse las caras...

La victoria más amarga I.



Remontémonos hasta la temporada 1986-1987.

El Aris queda exento de jugar la primera fase de la Copa de Europa. Tras superar la segunda fase contra el Nentori de Tirana en partido a doble vuelta (81-95 allí y 80-81 aquí) le toca en suerte el Tracer de Milán.

Desde luego, es uno de los peores enemigos posibles. Campeones del Pallacanestro y de la Copa de Italia en la temporada anterior, el Tracer forma con Bob McAdoo, Mike D'Antoni, Dino Meneghin, Ken Barlow, Roberto Premier, Ricardo Pittis, Fausto Bargna, Franco Boselli, Vittorio Gallinari, Mario Governa, Michele Guardascione y Fabrizio Ambrassa. El entrenador es Dan Peterson.

McAdoo ha sido uno de los mejores americanos que ha visto Europa jugar. De clase y elegancia exquisita, ni siquiera las engorrosas lesiones pudieron con él. Antes de aterrizar en Milán, había sido el mejor rookie de la NBA en el 73 y había firmado temporadas espectaculares con medias de más de 25 puntos por temporada. Venía de conseguir múltiples premios individuales en la NBA, incluyendo el de MVP del All Star de la temporada 74-75.

D´Antoni, italoamericano formado en la Universidad de Marshall, jugó en la NBA, luego en la ABA y posteriormente de nuevo en la NBA, concretamente en los Spurs. Llevaba en el equipo desde el 78 y era el líder absoluto junto con Meneghin

Sobre Meneghin, decir que posiblemente era por aquel entonces uno de los tres mejores pívots de Europa, que había sido el segundo jugador europeo drafteado por la NBA, donde nunca jugó, titular indiscutible de la selección italiana, etc… Había fichado en 1980, después de 14 años en Varese. ¡En Varese había conseguido nada menos que 4 campeonatos de Europa y 5 subcampeonatos!

Sobre el resto de la plantilla, decir que Ken Barlow era uno de los mejores americanos de la época y que jugadores como Premier, Bargna o Gallinari eran fijos en la selección italiana. Juntos formaban un auténtico equipazo.

Los italianos tenían mucha más experiencia internacional. Sin ir más lejos, habían sido los subcampeones en la temporada 82-83 siendo derrotados en la final por el Cantú, y habían ganado la Copa Korac en el 85 contra el Varese.

Por su parte, el Aris era la fuerza emergente. Dominaba la liga griega y quería dar un paso al frente en Europa, apoyado por una afición pasional e infatigable. El pabellón del Aris era uno de los más difíciles de Europa y una de las causas del éxito. El mayor éxito a nivel internacional había sido llegar a semifinales de la Korac en 1985.

El Aris campeón de liga de la temporada 85-86.

Sin duda, tenía peor equipo que el Tracer, pero si el dúo Giannakis-Galis tenía el día podía pasar cualquier cosa. Junto con Will Jackson, el americano del equipo, Nikos Filipou, que estaba en el mejor momento de su carrera, y el recién llegado Lefteris Subotic del Olimpia de Ljubljana, formaban un equipo guerrero.

El roster lo completaban buenos jugadores de equipo como Lipiridis, llegado en el 86 como Subotic, el joven Romanidis, titular con la selección en todas las categorías, Kokolakis, veterano con muchísima experiencia -sería su última temporada-, Papageorgiou, Tsitakis, etc...

Quizás el equipo estaba poco maduro para semejantes lides. Desde luego, el bajón de juego que pegaba el Aris fuera de casa, sobre todo en Europa, era considerable. Con todo, la plantilla del Aris estaba poniendo las bases de lo que sería la campeona de Europa de selecciones en 1987, en Atenas. 

El roster completo que he encontrado de la temporada 1986-1987 es el siguiente: Vasilis Lipiridis, Panagiotis Giannakis, Nikos Galis, Slobodan Subotić, Tasos Tsitakis, Michalis Romanidis, Petros Stamatis, Nikos Filippou, Haris Papageorgiou, Giorgos Doxakis, Dimitris Kokolakis, Vangelis Athanasiadis, Giorgos Kasmeridis, Stratos Karamanolis, Dimitris Karamanolis, Andreas Parisis, Will Jackson.

   

Galis contra el mundo.

viernes, 18 de marzo de 2011

Subotic, persona non grata.


Curso baloncestístico 2010-2011: los malos resultados tanto en la liga como en la Copa hacen que el Aris se plantee un cambio de entrenador. La mala imagen, principalmente en casa, hace que se precipiten los acontecimientos: Sharon Drucker es sustituido por un viejo conocido de la afición, Slobodan Subotic

Entiendo que es un buen fichaje por ser prácticamente un hombre de la casa, que conoce el club, que ha vivido los mejores años de la historia del Aris, que es griego, que conoce el idioma… Pero resulta que, para mi sorpresa, la gente no lo quiere. Su llegada causa un notable revuelo e inmediatamente me pongo a investigar. Algo no va bien. 

Slobodan Subotic, nacido en Montenegro, empezó a jugar en Eslovenia y acabó en Grecia, con pasaporte griego. Miembro del mítico Aris de los 80, junto con Galis y Giannakis. Subotic lo deja en el 93 y ficha como asistente del Iraklís de Salónica

No me entra en la cabeza que la afición amarilla no quiera a Subotic como entrenador después de lo que ha hecho por el club. Ciertas cosas no se encuentran en Wikipedia, claro. Un comunicado de la Peña Super 3 me pone en alerta.

Un breve inciso. Super 3 es LA PEÑA del Aris de Salónica (con mayúsculas). Su organización es ejemplar y tiene sedes repartidas por toda Grecia. Super 3 tiene más poder que el presidente en según que cosas y lleva más de 20 años apoyando al equipo sin desfallecer a pesar de los problemas económicos y los malos resultados.


El comunicado es éste: 


Sólo un extracto: “para nosotros, el baloncesto del Aris acabó”. En el comunicado explica bastante bien el porqué de la situación.

Curso baloncestístico 1996-1997. El Aris forma con José "Piculín" Ortiz, Charles Shackleford, Mario Boni, Panagiotis Liadelis, Dinos Angelidis, Mike Nahar, Alan Tomidy, Tzanis Stavrakopoulos, Giannis Sioutis, Georgios Floros, Alexis Papadatos, Aris Holopoulos. El entrenador es Slobodan Subotic, tras su paso por el Iraklís y por el AEK de Atenas. Posiblemente estamos ante el mejor Aris de la era post Galis. Subotic ha conseguido crear un grupo compacto capaz de plantar cara a cualquiera. Todo va sobre ruedas.

El Aris de Salónica se proclama campeón de la Copa Korac tras una fantástica remontada en Turquía -ya haré otro post hablando de ello-. Se desata la euforia. 

El panorama no puede ser mejor: jóvenes jugadores nacionales, un buen par de extranjeros y un entrenador de peso. Al no tener posibilidades en la liga -el Olimpiacós de Rivers es inalcanzable-, el objetivo se centra en conseguir la tercera plaza que da derecho a la Euroliga. Y de ahí viene todo. Al loro.

En las últimas tres jornadas, el Aris se enfrenta a tres rivales muy inferiores: Panionios, Papagou y un denostado Piraikós, un equipo de segundo nivel que ya ha descendido, en Atenas. Las sorprendentes e inexplicables derrotas combinadas con las victorias del Panathinaikós dejan al Aris fuera de la Euroliga. Al poco tiempo, se destapa el escándalo: Subotic tenía un preacuerdo -¿o sería un contrato firmado?- con el Panathinaikós para la temporada siguiente. La sombra de la sospecha recae sobre él y su representante. Se le acusa de haberse dejado perder. Además, Subotic viaja a Estados Unidos “con dinero del Aris” para ver jugadores y traérselos, no al Aris, sinó al PAO

Super 3 ni olvida ni perdona. El equipo, sin Subotic, ganará la Copa de Grecia el año siguiente, pero quedará tocado debido a los constantes problemas económicos de la entidad. Seguramente, si hubieran estado en la Euroliga, los problemas serían mucho menores. Subotic, por su parte, ganará con el PAO dos ligas seguidas.

Subotic debe creer que los aficionados no tienen memoria. Iluso. 


"Subotic, traidor, esclavo del dinero".

Me veo obligado a añadir lo siguiente.

Casualidad o no, un día como hoy (22/03) del año 1997 fue el "día de la traición". Evidentemente, Super 3 se encarga de recordárnoslo a todos: "El día en que éste -refiriéndose a Subotic- traicionó al Aris."



Η μέρα που αυτός τρύπησε τον ΑΡΗ

Σαν σήμερα (22/3) το 1997, ο ΑΡΗΣ τρυπήθηκε από τον νυν (και τότε) προπονητή του, ηττήθηκε από τον πεσμένο και αδιάφορο Πειραϊκό με 69-61 και έχασε το πλεονέκτημα της έδρας στα playoffs.

Από εκείνο το ντροπιαστικό αποτέλεσμα, θα ευνοούταν ο παναθηναϊκός, με τον οποίο συμφώνησε αυτός που τρύπησε τον ΑΡΗ, τη στιγμή που είχε πάει με λεφτά του αγαπημένου μας Συλλόγου στις ΗΠΑ για να φέρει παίκτες.

Αυτός που τρύπησε τον ΑΡΗ και όλοι όσοι (ανεξαιρέτως) τον έφεραν ξανά στην ομάδα, είναι και θα είναι για πάντα ανεπιθύμητοι.

Και μέχρι να φύγουν όλοι (ανεξαιρέτως), δεν θα υπάρχει τμήμα μπάσκετ για τον SUPER 3. Πολύ απλά, γιατί δεν θα τον αντιπροσωπεύει. Και δεν θα τον αντιπροσωπεύει, γιατί ο ΑΡΗΣ για εμάς είναι περήφανος. Και σε αυτόν, δεν έχουν θέση όσοι τον τρυπάνε. Ούτε χθες, ούτε τώρα, ούτε αύριο, ούτε ποτέ.

ΑΡΗΣ ΘΡΗΣΚΕΙΑ FAMILIA SUPER 3 

El texto no hace más que incidir en el hecho sucedido hoy hace 11 años. La última derrota ante el descendido Piraikós le hizo perder la ventaja de campo en los play off, no la tercera plaza como yo creía.

"Hasta que no se vayan todos (sin excepción), no va a existir sección de baloncesto para Super 3. Sencillamente, porque no se siente representado. Y no se sentirá representado porque el Aris para nosotros es un orgullo. Y en él no tienen cabida aquellos que lo traicionan. Ni ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca".